Figueroa se aferra al pacto con el PSOE como clavo ardiendo

VIGO

El portavoz popular exhibe un día tras otro las «ventajas» del acuerdo con Caballero a la espera de lo que decida Feijoo

14 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

De no haber mediado la gestión de Figueroa y su pacto con los socialistas para aprobarle los presupuestos municipales al alcalde Abel Caballero, que gobierna en minoría, el futuro de Vigo presentaría tintes más sombríos. En tal supuesto, el gobierno local, insiste una y otra vez el líder local del PP, no habría aprobado una bajada de impuestos del 2015., ni haría expectativas de que se construya la Cidade da Xustiza y no estarían en su recta final las obras del hospital.

Es el bagaje que ofrece con machaconería Figueroa, dejando de lado que el recorte de impuestos será una baza de Caballero en las elecciones de mayo próximo, que la Cidade da Xustiza no tiene fecha alguna y además ya estaba desbloqueada llegado el pacto, y que el alcalde niega haber acordado nada sobre el nuevo hospital de Beade. Con esta mochila cree haber conseguido méritos suficientes para aspirar por primera vez a la alcaldía de Vigo después de 28 años ininterrumpidos como concejal en el Concello vigués.

Sin embargo, los mensajes que envía Santiago, también con regularidad, por boca del número dos de la Xunta y del PP gallego, Alfonso Rueda, no parecen coincidir con las expectativas de Figueroa, especialmente desde una fecha muy concreta. El 30 de noviembre La Voz de Galicia publicó una encuesta de Sondaxe que vaticinaba una debacle para el PP vigués en las municipales de mayo. En concreto, preveía que los conservadores pueden pasar de los 13 concejales actuales a solo 8 y, todavía peor, que Caballero acaricia la mayoría absoluta en la corporación.

Tampoco la valoración ciudadana del polémico pacto, por el que un PP mayoritario y con dos concejales más que el PSOE le aprueba el presupuesto a su gran rival a un año de las elecciones y sin contrapartidas claras, ha sido favorable. El citado muestro reflejaba un amplio rechazo al acuerdo de Figueroa con Caballero (45 % en contra por un 39 % a favor), con un 35 % por ciento de los votantes del PP que no entienden el objetivo de esta jugada.

Pacto desconocido

Ciertamente, tampoco Caballero se ha esforzado por dar aire a un Figueroa que selló su futuro político con esta arriesgada apuesta. De entrada, ni siquiera se sabe realmente si existe pacto ni qué contiene. En contra de los usos habituales, nunca ha sido presentado de manera conjunta ni se conoce documento oficial alguno, por lo que todo se reduce a las declaraciones públicas de Figueroa y su número dos, Miguel Fidalgo. El alcalde siempre ha evitado reconocer el acuerdo y mucho menos estar atados por su contenido.

En estas circunstancias, el portavoz local y aspirante a encabezar la lista del PP en Vigo lleva meses dejándose la piel en interpretar los avances en la construcción del hospital o el desbloqueo de la Cidade da Xustiza como méritos de su pacto. Día tras día, sus afirmaciones se encuentran con la versión opuesta de Caballero. Ocurría esta misma semana: el lunes, el dirigente popular se vanagloriaba del avance del hospital de Beade («si el PP no hubiera negociado el hospital no podría abrir sus puertas en verano») y ayer se topaba con el enésimo gesto de desdén del alcalde: «Aqualia dará agua al hospital como a cualquier otra empresa de la ciudad, incluido el también hospital privado de Povisa».

Para centrar un poco la jugada, Rueda ha repetido en las últimas semanas que el PP estudia con detalle el candidato de Vigo «para buscar el mejor y ganar las elecciones», pese a que tiene sobre la mesa solo la candidatura de Figueroa... y la rival de su colaborador (Jorge Conde). Y, mientras tanto, el aspirante a alcaldable se queja en su círculo más próximo de que Feijoo hace tiempo que no le llama, y parece que él tampoco se atreve a hacerlo. Teme una mala noticia, lo que se sabrá en unos días si era un temor real.