El despacho que opera a través de Internet logra en los últimos meses indemnizaciones para pasajeros por extravío de maletas o retrasos
08 ene 2015 . Actualizado a las 09:28 h.«Haz volar tus reclamaciones. ¿Se ha retrasado tu vuelo? ¿Problemas con el equipaje? Nuestros servicios no tienen ningún coste inicial para ti. Solo si obtenemos indemnización por tu reclamación, cobraremos un porcentaje de la misma». Este gancho publicitario ha atraído a decenas de pasajeros vigueses que han inundado el juzgado de lo mercantil con demandas por incidentes en sus vuelos. Detrás está el bufete virtual Reclamador.es, con sede en Madrid, que ha presentado 62 pleitos en Vigo contra el transporte aéreo en los últimos meses.
Estas demandas ya suponen el 15 % de los 545 asuntos que tramitó el mercantil en Vigo en el 2014. Reclamador.es recoge las quejas por Internet y las presenta en el mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, porque es el lugar de residencia de los demandantes aunque el incidente de su viaje se haya producido en otro aeropuerto. Estas reclamaciones eran escasas pero en el último año hubo una avalancha contra líneas regulares, low-cost y otras como Cubana de Aviación o la malagueña Helitt.
Los pasajeros vigueses reclaman indemnizaciones de 1.300 euros por el extravío de sus maletas, de 250 a 600 por cancelaciones u overbooking, y 600 por retrasos en vuelos. Al ser inferiores a 2.000 euros, están exentas de tasas judiciales. El juez ha resuelto la mayoría de las demandas rápido y a favor del cliente.
Cosa distinta son las reclamaciones de dinero para compensar daños morales por las molestias del azaroso viaje. En Vigo no han prosperado porque el juez entiende que el perjuicio que el pasajero dice sufrir es muy subjetivo. Por ejemplo, un viajero se quejó de que, por un retraso, la operadora se hizo cargo de su manutención pero le dio un bocadillo seco para comer y otro que fue alojado en un hotel donde le brindaron un mal servicio.
Reclamador.es fue fundada por el emprendedor Pablo Rabanal en el 2012 y ofrece a los consumidores representación legal para el trámite de sus reclamaciones a cambio de un 25 % de la indemnización, que cobra solo si la consigue. Si van a los tribunales, a la comisión se añaden las tasas judiciales. En su web, el demandante rellena un formulario y Reclamador busca una solución amistosa con la compañía. Si no lo logra y va a juicio y lo gana, el bufete retiene sus honorarios y gastos judiciales, si los hay, y transfiere al cliente su indemnización. En dos años, movió 34.631 reclamaciones y cobró un millón de euros en juicios ganados.