La lista de niños que solicitan juguetes gratuitos se dispara en Vigo

María Jesús Fuente Decimavilla
María Jesús Fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

Los voluntarios de Vida Digna recogían ayer los juguetes donados y envolvían regalos.
Los voluntarios de Vida Digna recogían ayer los juguetes donados y envolvían regalos. óscar vázquez < / span>

Desde hace una década el número de los usuarios que accede a este servicio se multiplicó por quince

28 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

No solo no ha descendido, sino que cada vez son más los niños que aspiran a lograr juguetes gratuitos a través de la campaña navideña organizada por Vida Digna. Este año sumarán medio millar, una cifra muy alejada de los treinta que tenía hace una década, cuando empezó con esta actividad voluntaria. La experiencia es lo que hace que a estas alturas cuente con una respuesta masiva por parte de los ciudadanos. «La gente ya conoce nuestra trayectoria y durante todo el año guarda los juguetes y la ropa para entregarlos por estas fechas», comenta Ricardo Misa, el vicepresidente de la organización. Tal es el éxito de la campaña que el año pasado le permitió repartir entre cuatro y seis juguetes a cada uno de los 420 niños que los solicitaron.

La recogida de juguetes tiene lugar en el aparcamiento interior de la juguetería Toys R Us, en Jacinto Benavente, donde los voluntarios permanecen en horario ininterrumpido de 10.00 a 22.00 horas, en los hipermercados de Coia y de la avenida Madrid y en la caseta instalada en la calle del Príncipe. En esta última se pueden donar también alimentos. Aunque la recogida se prolongará hasta el día 5 de enero, la entrega de juguetes tendrá lugar el sábado 3 para facilitar la participación de los voluntarios. «Los niños tienen que estar presentes en el reparto, se hará por la mañana en el auditorio de los Capuchinos, en Vázquez Varela, que nos lo han cedido para el acto», explica Misa. Son los propios pequeños los que, por orden de lista, eligen tres o cuatro objetos. Vida Digna también procura que sean los niños los que entreguen todo aquello que quieren donar para ser conscientes de su acción.

El material sobrante se reparte entre los pequeños que acuden al comedor de la entidad con sus familias, entre doce y quince niños, y otra parte va a parar a un orfanato portugués.

Son entre doce y quince niños los que acuden los fines de semana con sus padres al comedor social de Vida Digna, el único que abre sus puertas en Vigo durante los fines de semana. Aunque reciben un trato diferente y son colocados en otro espacio para minimizar el impacto, en ocasiones es la organización la que les lleva los alimentos a casa para evitar pasar el mal trago. Una media de treinta familias a la semana optan por recoger la comida en lugar de acceder al comedor. De ellas, la mitad suelen carecer de cualquier tipo de recurso al haber agotado las prestaciones por desempleo y otro tipo de ayudas. Para tener derecho a este servicio es necesario, entre otros detalles, estar empadronado en la ciudad, certificar que no se recogen alimentos en otros lugares y justificar los ingresos.

Si en lugar de llevar los alimentos a casa, las familias optan por acudir al comedor de Vida Digna, entonces no es necesario aportar documentación. «O lo hacen por necesidad o por algún tipo de problemática mental, porque no es plato de gusto acudir a un comedor social», argumenta Ricardo Misa. Como sucede con los juguetes, también los usuarios del comedor han seguido aumentando y suponen una media de trescientas personas cada fin de semana. Desde su creación hace un lustro los usuarios no han dejado de crecer, lo que obligó a cambiar el local inicial de la calle Brasil por otro más amplio en Purificación Saavedra (Teis), donde se mantiene en la actualidad. El mayor número de usuarios se sitúa entre los 30 y 60 años. Cuenta con casi 70 voluntarios.