La jefatura provincial de Tráfico puso ayer en marcha el Plan Integral de Vigilancia en las carreteras secundarias de Pontevedra, lo cual va a suponer el despliegue de cuarenta patrullas de la Guardia Civil de Tráfico hasta el 7 de enero, reforzadas desde el aire por un helicóptero
Los agentes realizarán controles de alcoholemia y de otras sustancias, así como de velocidad mediante la utilización de radares móviles camuflados. El objetivo de este plan es concienciar a los conductores de la necesidad de respetar las normas en aras de reducir la siniestralidad en las carreteras secundarias, que son las que registran el 80 % de los accidentes en Galicia. Por tanto, lo que ocurra en estas vías es clave para la evolución de las siniestralidad.
Se trata en su mayoría de viales con viviendas en sus márgenes y áreas en las que residen numerosas personas. En ellos hay numerosos cruces, lo cual favorece los choques y otras incidencias que tienen graves consecuencias.
El plan integral fue presentado ayer en la PO-531 a la altura de Baión (Vilanova), coincidiendo con un amplio dispositivo de Tráfico. Hasta el lugar se desplazaron el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Antonio Coello; la jefa provincial de Tráfico. María Isabel Alonso, y el jefe de Tráfico, Leovigildo Villares.
Dejaron claro que otro factor que han tenido en cuenta los responsables de Tráfico ha sido el progresivo envejecimiento del parque móvil debido a la crisis y también las condiciones climatológicas adversas en esta época del año. Por este motivo, se ha incrementado la vigilancia en torno a los tres comportamientos de mayor riesgo, por separado y combinados: velocidad, alcohol y drogas.
Las patrullas y el helicóptero tiene como objetivo denunciar unos factores que son los que más influyen en los accidentes en estas carreteras: adelantamientos antirreglamentarios, conductas temerarias, distracciones y excesos de velocidad.