Gran atasco en las urgencias: huelga, camillas en pasillos y una baja sin cubrir

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

El Sergas impide que los médicos del Meixoeiro secunden el paro al dejar a una sin sustituto. Los hospitales se llenan

18 dic 2014 . Actualizado a las 07:32 h.

Las urgencias de los hospitales públicos de Vigo siguen a tope. Los centros sanitarios están afrontando días complicados, con una afluencia masiva en la que las camillas forman parte del paisaje convencional. Ayer por la tarde, entre el Meixoeiro y el Xeral sumaban 30 camillas en pasillos con pacientes, según fuentes de los dos servicios. Además, los boxes de atención estaban llenos, en muchos casos con pacientes que deberían estar en camas de observación o bien ya ingresados en las plantas del hospital pero que, por falta de plazas, no tenían dónde. El Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) tuvo que ingresar enfermos en todos sus hospitales.

A eso se sumó la huelga que comenzó en la noche del martes en las urgencias del Meixoeiro. Tuvo su primera traducción ayer entre las nueve de la mañana y las nueve de la noche, cuando en lugar de haber seis médicos de urgencias hubo cinco trabajando. Aunque, como explicó Manuel Nieto, del sindicato CESM, el Sergas optó por «dificultar la huelga». Una facultativa estaba de vacaciones y la gerencia del hospital contrató a un sustituto para cubrirla. Con los servicios mínimos de la huelga, en lugar de trabajar seis doctores debían trabajar cinco. Ya habían pactado entre ellos que uno secundaría el paro. Pero en el último momento, cuando el médico sustituto ya estaba allí, la dirección del hospital le dijo a este que no trabajase. De este modo, solo quedaban cinco médicos y los servicios mínimos obligaban a que trabajasen los cinco. Así que ninguno pudo hacer huelga.

A última hora del día quedaban en el Meixoeiro 83 pacientes. «La espera media es de cuatro horas y media», explicó un facultativo, que ratificó que el «colapso» había mejorado.

El gerente, Mario González, aseguró que comprende las reivindicaciones de los trabajadores, pero señala que llevan pidiendo mejoras «desde el año 2009», cuando existía el mismo número de presencias de médicos y había más casos que ahora. Añadió que actualmente «estamos a nueve meses del traslado al nuevo hospital, es más momento de trabajar con vistas al futuro».

Los facultativos del Meixoeiro tomaron la decisión de convocar la huelga por unanimidad. Reclaman que las noches de los martes, miércoles y jueves haya cuatro médicos en lugar de tres, como ya ocurre los lunes y viernes. También piden que haya cinco médicos en vez de cuatro los fines de semana durante el día. Mario González asume que esto tendría un desembolse económico (serían unos 48.000 euros) y que la situación general es complicada y hay que hacer «un uso responsable de los recursos».

El martes se atendió en el Chuvi 526 pacientes en urgencias, una cifra que está ligeramente por encima de la media. En el Meixoeiro fueron 182 personas, veinte más de lo que suele ser habitual.

Tanto los profesionales como la dirección de los hospitales reconocen que la huelga toca en un momento complicado, pues en esta época del año, con el frío, muchos enfermos crónicos se descompensan y, además, llega la patología respiratoria.

Los médicos se quejan de que sus pacientes son cada vez más complejos. Antonio Fernández Romeu, facultativo del Meixoeiro, reconoce que llevan pidiendo refuerzos desde el 2009, pero también dice que en abril de este mismo año, «cuando quedaba año y medio para el nuevo hospital», pidieron reuniones y no lograron que los recibieran. Añade que al ser referencia para la unidad de dolor torácico, de cardiología, endocrinología y otros servicios, la complejidad de los pacientes es todavía mayor.