El cruceiro cubierto de Baiona es del XV

Monica Torres
mónica torres BAIONA / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Oscar Vazquez

La intervención en el conjunto, único en la provincia, permite datar la cruz y la policromía

16 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Los análisis de la policromía y la investigación de la empresa Proyecto Arte han conseguido datar la cruz gótica de la Santísima Trinidad de Baiona. Se trata del único cruceiro con baldaquino de la provincia, con piezas de los siglos XV, XVI, XVIII y XIX, y nunca se había sometido a intervención alguna.

«Sabemos que es una cruz gótica pero la duda está en su datación por lo que, en colaboración con la Universidad de Santiago, se practicarán las analíticas de los pigmentos descubiertos para poder situar el período», explicaba hace unas semanas Miguel Ángel dos Santos. Ayer, en compañía de su socio José Ángel Revuelta, confirmaba la datación. «La cruz, al igual que el templete, es del siglo XV, aunque la policromía es del XIX», explicaron. Confirman que la cruz del conjunto es «una joya porque conserva la misma policromía que la del Pórtico de la Gloria». La policromía se corresponde con pigmentos de fábrica del XIX en adelante.

Es la primera intervención en el monumento pero no en la policromía. De hecho, la actuación anterior ha sido más bien negativa ya que, según indicó el alcalde, Jesús Vázquez Almuiña, afectó a algunas zonas. Por ello, se ha tenido que hacer una eliminación con bisturí de la cera y parafina que se empleó entonces, se han retirado los restos con papel absorbente y se eliminaron los restos con trementina. El tratamiento se completó con un microsellado de las fisuras y oquedades para lo que se emplearon morteros de cal y áridos. Todo el conjunto ha sido limpiado con vapor de agua.

Se prevé que en unos días el conjunto, catalogado como bien de interés cultural, pueda ser visitable de nuevo. Del baldaquino renacentista de origen francés, Dos Santos destaca la peculiaridad de la cubierta piramidal soportada por cuatro columnas de base cuadrada, que se adornan con unos pináculos cilíndricos y un remate cónico. Sobre su estado de conservación indica que «es bueno porque no hay afecciones estructurales».

La intervención ha permitido descubrir además las imágenes de Santa Catalina, la Dolorosa, San Juan o Santiago Apóstol.