Un guardia civil murió en un atraco en A Cañiza en el 2010

La Voz REDACCIÓN

VIGO

En mayo un policía nacional resultó herido al frustrar otro asalto a una sucursal en Coia

28 nov 2014 . Actualizado a las 18:00 h.

El anterior atraco a un banco con víctimas mortales en Galicia ocurrió el 17 de agosto del 2010, en A Cañiza. Murió un guardia civil, Miguel Jorge Piñeiro Lorenzo. Lo mataron tres hombres -José Vilar Casal, José Ángel Martíns Mendoza y Fernando Condines Portela- que habían asaltado una sucursal bancaria en la calle Antonio Facorro de la localidad pontevedresa. Habían hecho un butrón, pero saltó la alarma. Y la Guardia Civil recibió la alerta. Una patrulla formada por dos agentes se desplazó a la entidad.

Vilar Casal se presentó delante de los agentes y encañonó, apuntándole directamente en la cabeza, al agente superviviente.

A medida que el acusado avanzaba hacia el guardia le iba diciendo «déjame marchar y aquí no ha pasado nada». Este último, cuando la distancia se lo permitió, apartó el arma del acusado con una mano, instante en el que Vilar Casal, «con la intención de menoscabar la integridad física de los agentes», apretó el gatillo.

El agente superviviente respondió y alcanzó al homicida en el cuello. «Cabrón, me has dado en la garganta», gritó el atracado a medida que disparaba repetidamente.

Miguel Jorge Piñeiro, natural de Vigo, recibió tres impactos de bala que le causaron «heridas mortales de necesidad» y que, a la postre, le provocaron la muerte. Su compañero, pese a ser alcanzado por varios disparos, pudo reducir al atacante. Los asaltantes fueron condenados a 76 años de cárcel.

Persecución en mayo en Coia

En mayo la policía frustró otro atraco en Vigo. Ocurrió en el barrio de Coiá, que se convirtió en escenario de una persecución de película, con tiros al aire, policías camuflados, carreras por encima de los coches, billetes volando por la carretera y un agente acuchillado.

La policía impidió un atraco a una sucursal de NCG y capturó a una peligrosa banda formada por cuatro exreclusos armados con tres pistolas y que actuaron disfrazados con buzos de obreros. Un policía nacional resultó herido al ser acuchillado en un pie por un atracador.