Logra captar un 40 % más de información, lo que mejora la precisión diagnóstica
26 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.El Hospital Povisa está montando estos días una nueva resonancia magnética de la marca Phillips. Un equipo técnico de la empresa está montando el aparato en el hospital de la calle Salamanca. Se trata de una resonancia de 1,5 teslas, con más resolución y calidad de la imagen, que sustituye a un aparato anterior, con catorce años de vida, cuyo imán tenía la misma potencia pero con unas prestaciones menores.
«Esto es lo mejor que hay, el mejor compromiso entre la calidad asistencial y la resolución», explica el jefe de Radiología de Povisa, Francisco Tardáguila. Reconoce que hay resonancias en el mercado de 3 teslas que son muy buenas para hospitales con mucho volumen de pacientes neurológicos y con enfermedades cerebrales, pero explica que, estudiadas las ventajas y los inconvenientes, esta era la mejor opción para un hospital general como Povisa. En experimentación se utilizan resonancias de hasta siete u ocho teslas.
El coste del aparato, modelo Ingenia, ronda el millón de euros. Con él, Tardáguila cree que se conseguirán reducir los tiempos de la prueba, lo que siempre beneficia a los pacientes, y obtener secuencias más resolutivas y potentes. Pone un ejemplo: adquirir una imagen de cómo llega un contraste al hígado llevaba hasta ahora 20 segundos y con el nuevo equipo se tardan 3. Tardar menos permite hacer más cosas y estudiar con más precisión los órganos. «No son fáciles de explicar, pero una resonancia de este tipo tiene innumerables ventajas», dice el doctor Tardáguila.
Entre ellas está la cantidad de información que aporta. «Nos permite obtener un 40 % más de señal, que son los datos que se obtienen de nuestro organismo», asegura el radiólogo. Además, obtiene las imágenes ya digitalizadas, en lugar de adquirirlas de forma analógica y luego convertirlas; por tanto, evita que se reduzca la calidad. Según el hospital, el siempre molesto ruido se reduce a la mitad.
16.000 pruebas al año
El Hospital Povisa tiene tres resonancias, con las que practica unos 16.000 estudios cada año. El jefe del servicio de Radiología reconoce que son muchos y lo atribuye, en parte, a la calidad de las imágenes que se obtienen. «Hacemos mucho volumen, de ocho de la mañana a diez de la noche, pero más importante es que lo hacemos con muy buena calidad de imagen», defiende. Según su razonamiento, el ver que funcionan y que son resolutivas lleva a los médicos especialistas a solicitar las resonancias frente a otras pruebas.
Se prevé que el día 9 de diciembre el nuevo aparato ya esté operativo y se pueda practicar la primera prueba diagnóstica en la nueva máquina a un paciente. Povisa atiende a 140.000 pacientes del Sergas.