Las obras del mercado de O Progreso se retomarán para abrir en primavera

María Jesús Fuente Decimavilla
María Jesús Fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

El presupuesto, de 1,2 millones de euros, incluye ascensores, climatización, mejora en la estructura de puertas y escaleras

26 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El nuevo mercado de O Progreso podrá ser una realidad la próxima primavera, cuatro años después del inicio. El Concello saca a concurso la actuación por el procedimiento abierto y un presupuesto base de licitación de 1,2 millones de euros.

El plazo de ejecución una vez pasados todos los trámites y adjudicados los trabajos es de tres meses. En ese tiempo la empresa contratada tendrá que acabar los interiores, colocar la instalación eléctrica, fontanería y climatización, así como los elevadores, saneamiento, sanitarios, carpintería, solados y alicatados. También incluye el derribo del mercado provisional, al que se trasladaron los vendedores hace tres años y medio con el fin de pasar en él una o dos Navidades como mucho. Entonces nada les hacía pensar que serían el doble y que los problemas se sucederían uno tras otro. Las condiciones inadecuadas de la plaza provisional han provocado en estos años una pérdida considerable de clientela, que según comenta una de las vendedoras, en invierno se queja del frío y en verano alega que se asfixia.

La obra se inició en el 2010 y su finalización estaba prevista para abril del 2012. Sin embargo, la aparición de corrosión en las vigas obligó a reconsiderar la actuación para dar un tratamiento específico y reforzar la estructura del nuevo edificio, lo que supuso un incremento del presupuesto.

A esto se sumó la necesidad de modificar el proyecto para incluir detalles muy importantes que habían quedado al margen en el documento inicial.

Con todo, la primitiva inversión de 4,5 millones de euros se verá incrementada hasta 5,7 con el concurso actual, a no ser que se adjudique a la baja.

Uno de los últimos problemas surgidos tenía que ver con la construcción de los puestos, no contemplada en principio por el Concello. Finalmente parece ser que existe un compromiso de los responsables municipales para que se lleve a cabo. Este cambio de idea ha templado los ánimos entre los vendedores que ya estaban dispuestos a acudir al Concello para reclamarlos.

No sería la primera vez que los comerciantes se soliviantan por los problemas de la plaza de abastos. La última de las protestas tuvo lugar el pasado mes de mayo. En aquel momento decidieron dar un toque de humor a la movilización y organizaron un mercado del siglo pasado con vestimentas de la época y actuaciones de música.

«El alcalde prometió personalmente que no íbamos a pasar otro invierno aquí y lo hemos pasado, yo misma estaba y lo oí. En algunos casos hemos perdido el 75 % de la clientela al estar sin párking y no ofrecer servicios», comentaba entonces Ana, una de las vendedoras, quien no ocultaba su enfado. «Están jugando con el pan de mucha gente: la del mercado y la del entorno», añadían otros vendedores al unísono. De hecho, más de uno hubiera cerrado si llega a saber que el nuevo mercado tardaría cuatro años en abrir al no compensarle las ventas. El problema, dicen, es que nunca les han dicho la verdad y lo único que han recibido son largas, sin fechas concretas ni definitivas.