Los huertos del colegio de Panxón crean escuela

Monica Torres
mónica torres NIGRÁN / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

Agricultura y nuevas tecnologías conviven en el día a día del centro

25 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Los alumnos del CPI de Panxón le dan a todos los palos. Trabajan con el ordenador, el bolígrafo o el azadón, según el momento del día. Y los resultados apuntan la validez del sistema.

El centro ganador de la última edición del programa de educación ambiental Voz Natura, de la Fundación Fernández Latorre, ha iniciado curso y nuevo proyecto con fuerza. El año pasado se impusieron en el podio gallego de Voz Natura con su programa Nós somos mar y ahora se han pasado a un Da horta ao prato. Conocedores de que en el campo el calendario lo marca la propia naturaleza, ya han tenido que realizar numerosos trabajos. «Conviven aún los dos proyectos, el mar y el la huerta, y así se nota nada más llegar al colegio», explica Antonio García, coordinador del evento. Un bancal de más de tres metros cuadrados en la entrada del centro evidencia el camino andado. La comunidad educativa reutilizó el recipiente que se usó como lago para barcos en el programa anterior transformándolo en este bancal forrado de plástico de piscina y que, en vez de tierra, está cultivado con sustrato de coco molido y humus de lombriz. En este pequeño vergel se darán los arándanos, frutas del bosque, lechugas, repollos de colores y plantas aromáticas.

Hay otro en el pasillo de la zona de primaria, con lechugas, orégano, repollo y perejil, y un tercero en el exterior del colegio donde se cultivan las plantas aromáticas y medicinales.

Profesores y alumnos participan de todo el proceso y la actividad no se limita a la parte manual sobre el terreno. También se trabaja de forma multidisciplinar en todas las materias del currículo y con todos los materiales a su alcance, incluyendo las nuevas tecnologías. De hecho, el CEIP de Panxón es uno de los colegios que forman parte del plan tecnológico Abalar de la Xunta y en su primer año en Voz Natura se hicieron con el premio de la provincia por su programa y también con el de mejor blog.

Pero hay otras atractivas exposiciones en el centro donde su programación anual discurre a través del eje temático de los cultivos y la huerta. Sorprende en la entrada del centro una muestra de trajes gallegos originales, alguno con casi un siglo de antigüedad. «Es producto de la colaboración de otros excompañeros de aulas que nos los han cedido», indica Antonio García. Destaca un vestido de Cambados porque su propietaria no solo lo hizo sino que también cultivó y elaboró el lino con el que se diseñó la camisa. La exposición se completa con otros siete trajes de trabajo, gala y campo. En el aula y con la colaboración de las familias, los escolares realizan actividades complementarias para descifrar su historia, cultura y nombres.

La dinámica es similar con la exposición de las herramientas de vendimia y de recogida de castañas, compuesta con más de una treintena de artilugios. «Los alumnos interactúan con ellos y buscan información para ampliar conocimientos e investigar», indica el coordinador. Hasta la fecha ya han preparado dos libros sobre este material. Pero también han preparado una muestra con los cuentos de terror escritos por los escolares con motivo de Halloween en los que aparecen sugerentes títulos como La berenjena vampiro y la zanahoria zombi o La bruja traviesa y el fantasma calabaza. Esta semana han catado sus primeros productos de huerta, setas en crudo y al ajillo.