El cronista audiovisual de Vigo, en huelga de hambre

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

ALEJANDRO MARTINEZ MOLINA

El juzgado le embarga un local que posee en la calle Jenaro de la Fuente por no poder pagar una deuda con su comunidad

25 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Rafael Tenoira, el hombre que ha grabado con su cámara de vídeo miles de horas de la vida cotidiana de Vigo, se ha puesto en huelga de hambre para intentar paralizar el embargo de un local que posee en la calle Jenaro de la Fuente.

Afirma que una deuda de la comunidad de propietarios del piso en el que vive en la calle Travesía de Vigo le ha dejado al borde de perderlo todo.

Al carecer de ingresos, no pudo hacer frente a las derramas para pagar la reforma de la fachada del edificio. La comunidad de propietarios lo demandó y el juzgado decretó el embargo del local donde hace años puso en marcha un cibercafé, hasta que en el año 2011 lo cerró por la crisis. La subasta se celebrará el próximo 11 de diciembre. Cuando pierda el local, se quedará sin la única fuente de ingresos que tenía hasta ahora, puesto que lo tiene alquilado por 400 euros mensuales. Y dice que después podrá perder su vivienda, puesto que ya lleva dos meses sin poder pagar la hipoteca.

En vista de esta situación, y como ya no tiene nada que perder, ayer decidió ponerse en huelga de hambre frente al edificio judicial. Metió algunas pocas pertenencias en una maleta, un saco de dormir y algunos documentos y publicaciones que dan cuenta de su situación y se colocó en la rampa de acceso al edificio antiguo de los juzgados. Afirma que no piensa ingerir alimentos y que tampoco se marchará de este lugar hasta que alguien no haga caso a su petición. «Que alguien pare este sin sentido», afirmaba ayer. Rafael Tenoira se quedó minusválido tras un accidente de motocicleta que sufrió en el año 1990.

Indemnización

Aceptó una indemnización con la que pudo costearse varias operaciones para salir adelante y comprar el local que ahora le quieren quitar. Después se quedó sin ningún tipo de ayudas. «Como soy minusválido derivado de un accidente de tráfico, no tengo derecho a percibir ninguna prestación social», asegura. También trabajó como vendedor del cupón de la ONCE, pero no le renovaron el contrato.

En el accidente perdió una gran parte de la visión, pero esta minusvalía no le ha impedido pasar muchas horas con su cámara en la mano o colocada estratégicamente en su bicicleta para retratar múltiples escenas de la ciudad de Vigo, su verdadera vocación. Un trípode acoplado ingeniosamente a su vehículo de dos ruedas le permite tomar imágenes de las calles desde múltiples perspectivas. Últimamente se dedicaba a promocionar todos sus trabajos a cambio de donativos, pero sus ingresos no le han podido permitir librarse de una deuda de más de 11.000 euros con la comunidad de propietarios del edificio en el que reside y que ahora le ha puesto contra la espada y la pared.

rostros de la crisis rafael tenoira