Tomiño y Cerveira planean un taxi-barco para cruzar el Miño

Monica Torres
mónica torres TOMIÑO / LA VOZ

VIGO

El proyecto funciona con éxito entre Caminha y A Guarda y ha disparado la llegada de peregrinos por el Camino Portugués

22 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Tomiño y Vila Nova de Cerveira, que hace una década quedaron físicamente unidos con el cuarto puente internacional luso galaico, apuestan por estar cada vez más cerca. Trabajan en una agenda de proyectos conjuntos que prevé la construcción de una senda peatonal que una sus parques y la puesta en marcha de un servicio de taxi boat que haga las funciones del antiguo ferri de San Cristóbal, que se jubiló en el 2004 tras la inauguración del conocido como ponte da Amistade.

El servicio de taxi es la fórmula más consensuada en las dos riberas para crear medios de transporte de cercanía. Se trata de un sistema que consideran preferente y cuya única alternativa sería la de una ruta de transporte que enlace las orillas.

La idea nace con un aval muy próximo ya que Caminha ha conseguido relanzar este sistema para salvar el Miño y los resultados han sido sorprendentes. El camino Portugués o Monacal, que entra en Galicia desde tierras lusas por Caminha, ha duplicado este año el número de peregrinos pese a que el ferri lleva en dique seco meses. Los taxi barcos trasladan a diario a decenas de personas en la desembocadura, con precios que oscilan entre los 5 y los 10 euros por pasajero.

Este servicio y la senda peatonal sobre el Miño son los dos principales proyectos de movilidad transfronteriza que ayer respaldó el grupo de trabajo promovido por los gobiernos locales de los dos municipios para elaborar un plan de actuación estratégica. Los regidores, Fernando Brito Moreira y Sandra González, respaldan esta iniciativa de consulta social de la que saldrán los proyectos más votados, con su compromiso de candidatarlos de forma conjunta a los fondos europeos para el período 2014-2020, a través del Programa de Cooperación Interreg V España-Portugal (Poctep).

Para proyectar y seleccionar los proyectos prioritarios que se respaldarán se han creado cinco grupos de trabajo abiertos a la ciudadanía en general sobre otros tantos ejes temáticos. El de ayer fue el relativo a Movilidad transfronteriza y desarrollo territorial. Se celebró en Cerveira y el ponente fue Daniel Pino, sociólogo y especialista en planificación territorial. Intervinieron otros expertos, como el arquitecto David Leite, que expuso los planes de movilidad elaborados por la escuela superior Gallaecia de Cerveira, en la que comparten estudios alumnos gallegos y portugueses.

El más puntuado fue el de la construcción de una pasarela sobre el Miño que una los parques de Casteliño, en Cerveira, y el Espazo Fortaleza. Es un proyecto que apoyan los dos concellos y sobre el que los arquitectos de la escuela Gallaecia ya están trabajando. Sería el séptimo paso internacional entre Galicia y Portugal: una pasarela de menos de cien metros que permitiría salvar el Miño para disponer del mayor parque de estas características de la zona ya que a los 60.000 metros cuadrados de Goián se le sumarían los 300.000 de O Casteliño más la ampliación de este espacio que ya planea Portugal, con un 50 por ciento de sus usuarios procedentes de Galicia.

«Es un sueño, pero también lo era en los años 80 un puente que uniera los dos municipios», indica el regidor cerveirense. El proyecto está a expensas del correspondiente estudio de viabilidad, indicó Brito Moreira.

Antes de un año habrá una senda peatonal de 14 kilómetros, apta también para bicicletas, desde el río Tamuxe hasta Cerveira a través del puente internacional, y desde este punto continuará para enlazar con las de Valença y Caminha. Su apertura permitirá recorrer a pie o en bicicleta por la ribera del Miño los 50 kilómetros que le separan del municipio de Monçao.