Los ciclistas toman las aceras

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

La falta de carriles bici en la ciudad lleva a los ciudadanos que utilizan este medio de transporte a huir de la calzada ante el temor a ser arrollados por los coches

16 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Las aceras de Vigo se están convirtiendo de forma progresiva en carriles bici para los ciudadanos que optan por usar este vehículo como medio de transporte habitual.

La inexistencia de viales específicos y la peligrosidad de la calzada lleva cada vez a más ciclistas a traspasar el bordillo para proteger su integridad. Este tipo de prácticas se aprecian más en las calles humanizadas con grandes aceras y en zonas peatonales. De hecho, los partidarios de las bicicletas no entienden cómo, en lugar de construir aceras tan anchas, no se ha aprovechado para repartir ese espacio entre peatones y ciclistas para que Vigo deje de ser la ciudad gallega con menos carriles bici.

A pesar de ello, cada día son más los vigueses que optan por acudir al trabajo en bicicleta retando a la orografía y al tiempo. Creen que una regulación más concreta beneficiaría a todos y que peatones y ciclistas saldrían ganando en seguridad.

En algunas poblaciones hace mucho tiempo que las bicicletas empezaron a compartir espacio con los peatones. Es el caso de Zaragoza, donde desde el 2009 podían circular por las aceras hasta que recientemente el Tribunal Superior de Justicia de Aragón obligó al Ayuntamiento a cumplir una sentencia del 2012 que prohibía esta práctica.

En otros casos, como en Barcelona, el Ayuntamiento ha elaborado una nueva ordenanza en la que impide circular a las bicis por espacios peatonales inferiores a cinco metros, ya sean aceras, andenes o paseos. Para compensar esta medida, las bicicletas tienen prioridad sobre el resto de los vehículos.

En Madrid han optado por aumentar las sanciones contra los ciclistas que circulen por las aceras. La ordenanza municipal prohíbe el tránsito por estos espacios y demás zonas peatonales, salvo que estén habilitadas expresamente.

La utilización de espacios peatonales por ciclistas está directamente relacionada con la escasez de carriles bici, como demuestra el hecho de que en poblaciones como Valencia, donde se puede recorrer prácticamente toda la ciudad sin salir de esos viales, no se circule por las zonas peatonales. A esto hay que sumar el buen funcionamiento del alquiler de bicicletas, que cubre una amplia red.