Las canteras de O Porriño no quieren que les suban el precio del alquiler

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera O PORRIÑO / LA VOZ

O PORRIÑO

Testigos de la comunidad de montes de Budiño con la abogada y el procurador de los comuneros.
Testigos de la comunidad de montes de Budiño con la abogada y el procurador de los comuneros. l.c.ll.< / span>

Los comuneros de Budiño reclaman más de cuatro millones de euros al Concello por el arrendamiento de los montes

14 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Las canteras de O Porriño no quieren que les suban el precio del alquiler por los terrenos. Los montes donde ejercen su actividad son objeto de disputa entre los comuneros de Budiño y el Concello. Ahora pagan un canon al Ayuntamiento y la Justicia dictaminará si se lo siguen abonando o tienen que empezar a pagárselo a los que reclaman la titularidad de los terrenos por ser montes vecinales de mano común desde tiempos inmemoriales. Ayer se celebró un juicio para dilucidar esta cuestión. Tuvo lugar en el juzgado de primera instancia número 1 de O Porriño y los litigantes emplearon abundante documentación histórica de los siglos XVIII a la actualidad. Incluso un perito se remontó a los suevos como fundadores de la parroquia de Budiño.

Los canteros pagan ahora 1,2 euros por metro cuadrado. Hay treinta empresas que son socios de Pocasa, Porriñesa de Canteras S.A. que ostenta la concesión minera de la zona, dedicada fundamentalmente al granito.

El gerente de Pocasa, Jorge Massó Aguado, señala que el pliego de condiciones vigente databa de 1994 y termina ahora en diciembre del 2014. «En el año 1994 acordamos pagar al Concello y ellos, a su vez, tenían un acuerdo con las comunidades de montes», explica Massó. Ese convenio con las comunidades de montes expiró en el año 2008.

«Nosotros alquilamos los terrenos al Concello de buena fe por un pliego que es público y creíamos que no había ninguna confusión al respecto», aseguró en la vista oral el gerente de Pocasa.

Desde el 2008 los comuneros han dejado de cobrar del Concello más de cuatro millones de euros por el arrendamiento del suelo. Los miembros de la comunidad reclaman medio millón de metros cuadrados en total. La abogada Cristina Bugarín, del despacho de Calixto Escariz, sostiene que se ha producido un enriquecimiento injusto del Ayuntamiento.

Un vecino de Budiño de 80 años, Jesús Fernández Ramírez, aseguró ante la jueza que recordaba de su niñez que los vecinos explotaban para el pastoreo y recogida de tojos los montes Cerolo y Faro donde se ubican las canteras.

La letrada apuntó al catastro del Marqués de la Ensenada y a numerosa documentación del siglo XIX y XX para esgrimir que los terrenos de las canteras pertenecen desde siempre a los vecinos y prueba de ello es que la feligresía de San Salvador de Budiño es anterior a la creación jurídica del Concello de O Porriño.

Aunque el Ayuntamiento inscribió registralmente las fincas objeto de disputa en el año 1951, en el propio inventario del Concello aparecen esos terrenos como pertenecientes a la parroquia de San Salvador de Budiño.

El gobierno local, que quiere evitarse el pago millonario que le reclaman y pretende seguir cobrando alquiler por las canteras, también ha buceado en la historia para defender sus intereses. Según el letrado que representa al Concello, los terrenos que corresponden a los comuneros son distintos de los que constituyen las canteras.

La tesis del historiador y arqueólogo Víctor Barbeito, al que ha contratado como perito el Concello de O Porriño y que testificó en el juicio, es que en la época de desamortización, en el siglo XIX los terrenos de las dehesas fueron a parar a manos del Ayuntamiento de O Porriño y por eso este es el titular.