Los registros policiales realizados en los últimos años a las redes que suministraban el tabaco y ropa falsa al mercado de A Pedra sacaron a la luz sus almacenes clandestinos en el Casco Vello y otras partes de la ciudad. La operación Tron encontró mercancía escondida en pisos, trasteros o naves. Por ejemplo, los agentes sacaron decenas de cajas con zapatos de una vivienda de la calle Cesteiros. En la Gran Vía, hallaron otro almacén con ropa de gran calidad comprada en Portugal. Al parecer, la red no se limitaba a suministrar prendas en A Pedra sino que la distribuía por mensajería postal a once comunidades autónomas.
Diez meses después, los agentes descubrieron más escondites de la organización. Por ejemplo, en un edificio de la calle Cárcere Vello, los inspectores de la operación Cuarzo requisaron decenas de cajas con mercancía fraudulenta. En la rúa Real apareció otro almacén con material oculto. Para llegar hasta uno de estos recónditos zulos, la policía pidió permiso a una vecina para entrar a través de su vivienda.
La mercancía requisada hace un mes, según las autoridades portuguesas, ascendería a 20.000 prendas ilegales, 1.500 cajetillas de tabaco y 24.000 euros, incluyendo dos localidades lusas. La cifra, que oficialmente no está cuantificada en España, es tres veces menor que la decomisada en la operación Tron. Los expertos interpretan que el cabecilla se ha vuelto más cauto y hace pedidos menores para reducir sus pérdidas por las redadas.