El Sergas pagará 60.800 euros a una paciente que se operó fuera

e.v.pita VIGO / LA VOZ

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Tuvo que irse a Barcelona porque desconfiaba de los médicos

07 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El juzgado de lo social número 4 de Vigo ha ordenado al Sergas que indemnice con 60.813 euros a una paciente de 17 años que tuvo que pagar una operación en una clínica de Barcelona tras perder la confianza en los médicos públicos gallegos. Uno la remitió a un experto, otro rechazó hacer la intervención y un tercero no fue contundente sobre el buen fin de la cirugía. La jueza concluye: «Es lógico que la paciente tenga cierta prevención, la pérdida de confianza en el servicio público de salud está más que fundamentada. No puede entenderse abusiva la conducta de la familia pues el experto aceptó la operación y la realizó con éxito». La sentencia no es firme y el Sergas puede recurrir, según dijo el abogado de la demandante, David Alfaya, del bufete Asesority.

Todo empezó en el 2009, cuando la demandante fue vista por el servicio de Medicina Interna del Chuvi, que le diagnosticó una neurofibromatosis de tipo I. Luego, se le realizó una resonancia magnética de tórax que concluyó que tenía un gran nuerofibroma que engloba estructuras mediastínicas. Dada la clínica de disnea de moderado esfuerzo, el médico envió los resultados a un doctor italiano del Hospital Clinic de Barcelona que era un especialista para su valoración.

La sentencia sostiene que «fue el propio sistema público de salud el que pautó dicho proceder, al ser el facultativo del Clinic una eminencia en la materia». Pero el traslado a Barcelona se demoró.

La jueza recalca que «con dicha puerta abierta a la esperanza, la paciente y su familia vieron cómo sus expectativas eran cada vez más negras cuando comprueban que pasa el tiempo y nada se sabe del traslado a Barcelona».

Finalmente, la familia hizo indagaciones en la clínica catalana y descubrió que nadie había remitido su historia clínica para que la examinase el experto. Al pedirle explicaciones al Sergas, el servicio les contestó que el expediente estaba retenido en admisión por un error administrativo. La afectada volvió a contactar con Barcelona y le recalcaron que no había ninguna admisión con sus datos. La jueza dice que «de alguna manera falló el funcionamiento» pues de la remisión a Barcelona nunca más se supo pese a estar ante un diagnóstico de tal calibre y un primer informe de la medicina pública que directamente remite a la paciente a Barcelona por entender que el médico que allí presta servicios es la más indicada.

En el 2010, la paciente volvió al servicio de Cirugía Cardíaca y el doctor le dijo que la lesión no era resecable y no vio indicada la cirugía, salvo para diagnóstico. «El propio sistema público es el que les está diciendo que descartan la intervención por su mal pronóstico desde el punto de vista curativo, estimando que la misma solo serviría para efectuar un diagnóstico», continúa.

La jueza da la razón a la paciente porque se vio en una «difícil situación». Finalmente, la joven pidió una segunda opinión en A Coruña. Aunque el doctor le propuso una intervención para descomprimir el tórax, no incluyó a la paciente en lista de espera a resultas de lo que ella decidiese.

La jueza ve «lógico» que la joven perdiese la confianza en el servicio público

Un doctor italiano experto de Barcelona hizo la intervención con éxito