Oleada de robos y daños en el cementerio de Ponteareas

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera PONTEAREAS / LA VOZ

VIGO

El Concello decide cerrar el camposanto a partir de las 20 horas para evitar las sustracciones y actos vandálicos

31 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Un cartel en la puerta del camposanto ruega que no se roben las flores. En los últimos días se ha producido una oleada de sustracciones en el cementerio de Ponteareas. Se han llevado centenares de ramos y plantas de los jardines y de las tumbas. Los robos han ido acompañados de algunos actos de vandalismo como tirar por el suelo enseres y recipientes.

Ante esta marejada de delitos, el Concello ha decidido cerrar el recinto a partir de las ocho de la tarde, por lo menos hasta que pasen los días en que se conmemora a los difuntos.

Una de las circunstancias que ha ayudado a los robos, además del hecho de que el recinto estuviese abierto de noche es que las puertas del almacén están podridas y se abren de un simple empujón.

En las últimas semanas no solo se han producido sucesos, sino rituales extraños como el reciente entierro de un corazón de un cerdo. Otras veces, vecinos de la zona han acudido a pasear a sus perros y, en ocasiones, pandillas de jóvenes se han juntado para realizar un botellón. Por estos motivos hace algún tiempo los baños aparecieron inservibles, agujereados. Una de las personas que ha sufrido la sustracción de los adornos florales ha sido María José Cuevas. Explica que se llevaron las flores de la tumba de su abuela anteayer y las ha sustituido por unas margaritas, que valen menos, para que no las vuelvan a robar. «Los robos son habituales. Antes la gente ponía centros de flores espectaculares junto a los nichos. Ahora ni siquiera se colocan floreros para que no se los lleven», afirma.

El Ayuntamiento ha acometido estos días los arreglos de las instalaciones para que los visitantes puedan honrar a sus difuntos en las mejores condiciones. Pero, no obstante, persisten muchas carencias. Los aseos siguen destrozados y no se han renovado, con la molestia que esto conlleva tanto para visitantes, que si les entran ganas de ir al baño se ven obligados a hacerlo detrás de los panteones, como para los trabajadores del Concello, que tienen que esconderse en el soto cercano en caso de urgencia. «La verdad es que podrían arreglar los servicios», señala Concepción Álvarez, que cada ocho días suele acudir a visitar a sus seres queridos enterrados en el lugar.

El cementerio tampoco posee un sistema homologado para incinerar ataúdes y ropas. Los tres contenedores de basura se recogen dos veces por semana, lo que resulta insuficiente, según fuentes de los trabajadores, teniendo en cuenta que el cementerio tiene algo más de 10.000 metros cuadrados y genera muchos residuos.

Informe de sanidad

La antigua sala de autopsias necesita una buena reforma y no existe en ella un baño adecuado para asearse después de realizar exhumaciones o quitar cenizas. El personal no tiene protecciones o máscaras, guantes desechables y ropa adecuada para dichos trabajos. Según fuentes laborales, en el recinto se incumple la normativa de salud laboral y protección y seguridad en el trabajo.

El cementerio también carece de botiquín y de libro de registro. Y el inspector de sanidad señaló en el informe que se realizó hace un año que estas carencias había que subsanarlas si el ayuntamiento no quería tener una sanción.

Los aseos se encuentran destrozados y no se pueden utilizar en estas fechas

«He sustituido el centro de flores por margaritas», dice una visitante a la que robaron