Fluidmecánica es una de las contadas auxiliares del naval que no ha vivido la travesía del sector. Su salto a los mercados internacionales varios años antes de que estallara la crisis ha sido determinante. Están a punto de abrir el siguiente de la lista, Brasil, con el que acaban de firmar un contrato para construir las centrales hidráulicas que manejan las válvulas de seguridad de siete plataformas petrolíferas. «Puede que exista, pero no conozco ninguna otra firma española que haga este tipo de trabajo», asegura el director comercial de la compañía viguesa, Francisco Oliver.
Funciona el boca-oreja
Al igual que ocurrió en el caso de los equipos de remolque para buques rusos, el mejor aliado de Fluidmecánica para hacerse con el pedido del astillero brasileño Jurong fue el boca-oreja. Una factoría de Singapur, para la que han hecho ya varios trabajos y que tiene intereses en Jurong fue el que les recomendó. Claro que a partir de ahí tuvieron que someterse a varias auditorías, que superaron sin problemas, antes de firmar el contrato.
Una de sus primeras experiencias en el sector offshore fue la del Discoverer Enterprise. La única tecnología española que se montó a bordo del buque de prospección petrolífera construido en Ferrol a finales de los años 90, fue la que montó Fluidmecánica, en este caso el equipo que permite mover la hélice cuando realiza tareas de mantenimiento.
Aunque su aportación medida en tamaño será menor si se tiene en cuenta las grandes dimensiones de las plataformas petrolíferas, será muy grande en seguridad, ya que de la central hidráulica que maneja la válvula depende que un pequeño accidente pueda transformarse en una catástrofe ecológica de extraordinarias dimensiones, como la que se vivió en el Golfo de México en el 2010 en el pozo Macondo, accidente en el que murieron once personas y que provocó el mayor derrame de petróleo en alta mar en la historia de los Estados Unidos.
Una válvula situada en el fondo del mar bajo la plataforma bloquea cualquier posible vertido al océano. La misión principal de los equipos encargados a Fluidmecánica es cerrar la espita de un montón de tuberías que conectan con la tubería central, lo que en argot llaman el árbol de navidad. «Se trata de un equipo muy complejo», asegura Francisco Oliver. De ahí que firmar un trabajo de tales características implique pasar numerosos filtros de acreditaciones y auditorías, que la empresa viguesa pasó con nota.
Proyectos a la carta
Uno de las ventajas que más valoran los clientes de Fluidmecánica es que trabaja a la carta. «No trabajamos sobre plantillas, hacemos lo que nos pidan, lo que mejor se adapte a las necesidades de cada proyecto. Partimos de cero tanto en la parte mecánica como en la eléctrica o la hidráulica, y por supuesto en los diseños», señala el responsable comercial de la planta, Francisco Oliver.