UGT pide el cese del jefe de la Policía Local por «humillar y vejar» a agentes del cuerpo

Juan Manuel Fuentes Galán
Juanma Fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO

Asegura también que se gasta el dinero en «mantas para los caballos de la unidad equina» y se olvida de los uniformes

24 oct 2014 . Actualizado a las 10:17 h.

La sección sindical de UGT en el Concello vigués no está de acuerdo en que se destinen cuantiosos fondos públicos en adquirir «mantas para los caballos de la unidad equina y en polos para una sección que solo tiene una función estética», mientras el común de los agentes tiene cazadoras «cuyo color azul brilla por su ausencia y puños y cuellos totalmente raídos como pudo comprobarse en la última celebración del día de la policía el pasado mes de mayo.

Este es uno de los argumentos que utiliza Pergentino Martínez, responsable ugetista, para reclamar al alcalde que proceda al «inmediato cese» de Francisco Martínez Muñoz «por la desastrosa gestión que está realizando en el cuerpo».

También quiere el sindicato que se realice «una auditoría económica sobre los gastos realizados en los dos últimos años», un extremo sobre el que no aportan datos de posibles irregularidades. La única cifra que ofrecen es el empleo de 70.000 euros en el acristalamiento de las oficinas, una decisión que atribuye a la «megalomanía» del jefe policial, «mientras que en las dependencias interiores [los policías] escuchan un año tras otro que no se les puede instalar aire acondicionado pese a temperaturas de trabajo en verano de 30º, por falta de presupuesto».

En el largo escrito que UGT ha enviado por registro al alcalde se enumeran sus disensiones con el responsable de la Policía Local, un colectivo de 400 agentes que es el más numeroso de la plantilla municipal. Se trata de la primera crisis de relevancia de carácter sindical en el Concello en los últimos tiempos y que ha salido a la luz con toda crudeza.

La única con la que puede compararse es la denuncia de una veintena de bomberos contra un suboficial al que acusan de acosar a algunos funcionarios.

Humillaciones

De acuerdo con el escrito, el jefe policial habría convertido a los «delegados, afiliados y simpatizantes de UGT en sus enemigos declarados», optando por dar trato diferente a los agentes «según lo que cada uno se merece, dice, pero siendo él quien decide quien es merecedor y quien no de su condescendencia».

En tono de gran dureza, alude el sindicato al «endiosamiento» del jefe policial y a las «frecuentes humillaciones y vejaciones hacia miembros de la plantilla». Asegura que «mandos y agentes sufren broncas públicas, en ocasiones con el señor Muñoz de paisano, que en demasiadas ocasiones no tienen nada que ver con el servicio policial ni con las aptitudes de los agentes, sino con la creencia del jefe del cuerpo de que el derecho a discrepar es estar contra él».

En base a ello existiría «una total desconfianza y falta de empatía con los mandos intermedios, que son relegados a la función de meros patrulleros». También habla de problemas con las libranzas, uso de los días de asuntos propios y asuntos similares.