La huella de Karina Fálagan desaparece de Samil

Begoña Rodríguez Sotelino
b. r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El Jonathan aún está lleno de objetos que formaron parte de la historia del negocio.
El Jonathan aún está lleno de objetos que formaron parte de la historia del negocio. m. moralejo< / span>

El nuevo adjudicatario vacía el Jonathan para iniciar las obras de reforma del local

24 oct 2014 . Actualizado a las 10:17 h.

El espíritu de Karina Fálagan seguía vivo en el interior del local en el que trabajó y vivió casi 40 años. Desde que falleció, en mayo del año pasado, parecía como si el tiempo se hubiese parado entre las paredes del establecimiento más señero de la playa de Samil desde que se construyó el paseo. A los viandantes que se acercaban y pegaban la nariz en sus cristales se les ponían los pelos como escarpias al contemplar un panorama un tanto tétrico. Las mesas seguían puestas como si estuvieran esperando a los comensales del día, con los manteles, platos y copas primorosamente colocados. Así estuvo durante meses y meses.

Pero este verano, el Concello adjudicó el negocio a una nueva empresa y su responsable ha comenzado a vaciar el interior del inmueble para iniciar las obras de reforma. El hostelero Odilo Rodríguez se encontraba ayer despejando el espacio de chatarra y quincalla, pero tiene una ardua tarea por delante, ya que son muchos los objetos a retirar. Además de los de la zona de restaurante, con sus muebles, vajilla y maquinaria de hostelería, o las cartas con el último menú del día a 9.90 euros, la parte superior del Jonathan había sido acondicionada por Karina Fálagan como vivienda y tenía baño y varias habitaciones que también habrá que despejar. En la parte posterior incluso había un recinto en el que la autodenominada alcaldesa del Atlántico tenía varias gallinas.

Durante el trabajo de vaciado del local Odilo Rodríguez se ha encontrado con algunas sorpresas, como una Cona impecable (un ejemplar de las cafeteras británicas de las que Fálagan tenía la distribución en Vigo), regalos aún envueltos del famoso concurso de castillos de arena que organizaba cada mes de septiembre o decenas de cintas de casete en varias cajas.

El proyecto de Rodríguez para el local que sustituirá al Jonathan Livingston Seagull aún no tiene nombre. El establecimiento ha logrado la concesión municipal por un período de 25 años con polémica por medio.

Diversos colectivos recordaban al Concello el anunciado proyecto de regeneración dunar de la playa que pasaba por el derribo del paseo, sobre todo tras el derribo de As Dornas, restaurante para el que no hubo indulto. El nuevo local tendrá un estilo tipo ibicenco, con hamacas y espacios abiertos, con una parte superior Vip.