Reyertas en la Praza da Princesa alarman a vecinos y comerciantes

María Jesús Fuente Decimavilla
María Jesús Fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

Denuncian la grave trifulca que se registró anteayer, con un detenido y un policía herido, y acusan al Concello de mirar para otro lado

01 oct 2014 . Actualizado a las 17:48 h.

«Hasta que no haya muertes, el Concello no se lo tomará en serio». Era el comentario más extendido anteayer entre vecinos y empresarios de la Praza da Princesa durante la reyerta que tuvo lugar a partir de las 07.45 horas y que se saldó con un detenido y un policía herido.

Pese a estar acostumbrados a conflictos diarios entre personas con drogadicciones y traficantes, los vecinos avisaron a la policía al comprobar el cariz peligroso que tomaban los hechos. Presentadas varias patrullas de la Policía Nacional, los agentes comprobaron que unas doce personas consumían alcohol y estupefacientes en la plaza y procedieron a su identificación. Fue en ese momento cuando algunas de esas personas adoptaron una actitud más agresiva hasta el punto de insultar y escupir a algún agente y propinar una patada a uno de ellos, ocasionándole un esguince en una muñeca. Tras lograr calmarlos, la intervención se saldó con un detenido de 42 años, con cuatro antecedentes y de nacionalidad portuguesa. En total, se levantaron cinco actas, dos de intervención de armas, otras tantas de intervención de estupefacientes y otra de alteración del orden público.

Para los residentes, lo que está pasando en esta plaza es inexplicable: «Es como un asentamiento, hay un grupo de ocho o diez personas que son las mismas siempre, pero luego hay otras que son itinerantes, que salen y entran de la cárcel y vienen a hacer negocio, a comprar o vender droga», comenta uno de ellos.

La policía reconoce que su presencia en esta zona es continua, lo que ha llevado a algún colectivo a quejarse por ese motivo. En su defensa, alega que «no se puede dejar a la ciudad colgada frente a determinadas situaciones que pueden resultar peligrosas».

Tanto vecinos como empresarios están cansados de llamar al Concello y de encontrarse siempre con la misma repuesta: «Denuncien a través del registro». Alegan que no se pueden pasar la vida en el Concello porque tienen otras obligaciones como acudir al trabajo. Además, no entienden que tengan que presentar denuncias cuando el gobierno local está de sobra enterado de lo que pasa a través de la policía.

Como muestra de dejadez citan el aspecto que presenta la fuente de la plaza, plagada de gotas de sangre al ser utilizada por los drogadictos para inyectarse. Otras veces la usan para enjabonarse y bañarse, cuando no para enfriar las cervezas. El resultado es que, a menudo, aparece el agua con o sin espuma desbordada por toda la plaza.

Para la población del entorno, todos los días deberían ser como el sábado, con motivo de la visita del crucero Oasis of the Seas. «Eso no puede ser flor de un día. Parecemos aldeanos, solo se pone la ciudad maravillosa cuando vienen los turistas, mientras que para los vigueses se abandona», comenta un empresario.