Sugiero al alcalde de la ciudad, Abel Caballero, que, después de la escala en Vigo durante el sábado pasado de los trasatlánticos de superlujo Oasis of the seas y Celebrity, en el futuro reparta en mano a pie de escalerilla de los barcos y en correcto inglés el siguiente bando a los cruceristas que atraquen en el puerto de Vigo:
«Benvenidos, turistas, a nuestra fermosa cidade:
Os recibimos con la pleitesía que sin duda merecéis, con el objeto de garantizaros vuestro descanso, confort y felicidad y, sobre todo, vuestra seguridad.
Con ese objeto el pasado 1 de agosto del año 2013 di orden a mi concejala de políticas de Bienestar Social del Ayuntamiento de Vigo para que cerrara el programa muncipal Sereos, en el Casco Vello, en el número 11 de la calle Elduayen, es decir, en el corazón de la ciudad -¿a quién se le ocurriría?-.
El programa que atendía a personas enfermas y pobres que afeaban mi fermosa cidade y por eso di la orden de eliminarlo, pensando, entre otros, en vosotros.
Esta expulsión o traslado provocó pequeños efectos colaterales en términos de salud sociocomunitaria y pedagógica. En definitiva, era un punto negro.
Sin embargo vuestra llegada beneficia nuestros valores económicos y comerciales, que son incompatibles con los valores humanos del anterior programa municipal Sereos, del Casco Vello».
Este es el bando de la realidad actual no escrita. Esta es la fea realidad que avergüenza a muchos ciudadanos. Este es el futuro que estamos consolidando para nuestros hijos y nietos, sobre todo si no pertenecen a las clases media y alta.
Tenemos un alcalde que cada vez es menos alcalde pero que es cada vez más emperador.
El programa que atendía a pobres afeaba mi ciudad
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