Alberte Bouso decidió formar parte del grupo de futuros ingenieros de minas porque siempre ha sentido curiosidad por las energías renovables, además de considerarla una carrera con bastante futuro y que se ajustaba a sus principios. A pesar de llevar solo unas semanas en el campus vigués y sin margen para haber conocido en profundidad a sus profesores, el joven apuesta por la alta cualificación de quienes le van a dar clase. Por otra parte, cree que el campus es muy completo. Lo único negativo es la excesiva distancia que hay hasta la ciudad.
Alberte es optimista, cree que si obtiene buenos resultados en la carrera y lo completa con algún curso e idiomas no tendrá problemas para encontrar un empleo. El puesto de trabajo lo buscará dentro de cuatro años en su tierra, ya que cree que «Galicia e España teñen bastante potencial no ámbito das enerxías renovables». Pero esto no quiere decir que se cierre a la posibilidad de irse fuera. «Non teño problema en emigrar a outros países ou incluso continentes con tal de encontrar un bo sitio», asegura. Tendría que ser un lugar en el que pueda cumplir su sueño de «participar nun proxecto no cal se consiga cambiar a dinámica de enerxía non renovable a unha enerxía máis sostenible».