Dos escoceses en la historia de Vigo

VIGO

El cuadro de John Singleton Copley, terminado en 1783, recrea el asedio de Gibraltar.
El cuadro de John Singleton Copley, terminado en 1783, recrea el asedio de Gibraltar.

Los comandantes George McKinley y James Coutts fueron decisivos en la Reconquista de Vigo en 1809

21 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

En el Parlamento, en la peluquería, en el bar, en el ascensor, en la oficina y en el autobús. Escocia fue esta semana el tema de conversación. El referéndum de secesión puso al país en portada de todos los informativos. Y han hablado gallegos afincados allí, tanto como escoceses que viven en Galicia. No pudieron hacerlo los dos más famosos en la historia de Vigo, porque murieron hace casi dos siglos. Fueron los marinos James Coutts Crawford y George McKinley, comandantes de las fragatas Venus y Lively, cuya ayuda fue decisiva para la Reconquista de Vigo a manos de los ocupantes napoleónicos en 1809.

El de mayor rango era McKinley, que entonces contaba 49 años y mandaba una fragata ya legendaria, la Lively, un prototipo que fue replicado en décadas sucesivas. McKinley tuvo larga vida en la Royal Navy, pues se enroló por primera vez a los 13 años y llegaría a alcanzar el título de vicealmirante en 1841, cuando ya era un octogenario.

La fragata no sería tan longeva. Un año después de la Reconquista, en 1810, embarrancaría en Malta y terminaría por hundirse. Solo había estado en servicio seis años. Pero su modelo, bautizado Clase Lively, se perpetuaría, construyéndose quince barcos idénticos tras su hundimiento.

Fue George McKinley quien evitó que Pablo Morillo fusilase a Joaquín Tenreiro horas antes del asalto a las murallas de Vigo. El capitán escocés se interpuso en las disputas entre ambos líderes y logró evitar la barbarie desembarcando de la Lively.

Además, fue un activo informador de Londres. Se conservan sus relatos dirigidos al Almirantazgo sobre la Reconquista o la batalla de Pontesampaio, además de la Batalla de Lemos, en mayo de 1809.

Por su parte, Coutts Crawford alcanzó menos rango en la Royal Navy, pero tuvo una vida más apasionante. Nuestro héroe nació en la localidad escocesa de Dundee. Su padre se llamaba James Crawford, pero él conservó el apellido materno porque su madre era de una familia muy influyente. Hellen Coutts era prima de los fundadores de la Banca Coutts, entidad financiera que sigue existiendo en la actualidad como banca privada de élite.

Con solo 14 años, James Coutts Crawford comenzó navegando en la marina mercante, que comerciaba entre Inglaterra y Virginia. En 1777, con solo 17 años, se enroló en la Armada y fue destinado a América, donde acaba de estallar la Guerra de la Independencia de los EEUU.

Pronto tuvo barco propio. Comenzó en el HMS Vigilant, pero en seguida le dieron el mando del HMS Fowley, un modesto 20 cañones, con el que participó en los asedios de Savannah y Chesterton. Más tarde, capitanearía el HMS Providence. Y terminaría regresando a Inglaterra.

Con su adquirida buena fama, fue destinado como oficial al buque insignia británico, el HMS Britannia, un colosal 100 cañones. Y pronto fue enviado a combatir al Gran Asedio de Gibraltar de 1782. Era la tercera vez en que España intentaba retomar el Peñón, algo que casi había logrado tras el segundo asedio, en plena Guerra de la Oreja de Jenkins.

Tampoco en esta ocasión tuvieron éxito los españoles. Y Coutts Crawford se encargó de ello, comandando buques como el HMS Repulse o el HMS Helena.

Tras Gibraltar, el capitán escocés pasa unos años en tierra, hasta que es de nuevo llamado ante el conflicto derivado de la Revolución Francesa. Primero, fue oficial a bordo del 100 cañones Queen Charlotte. Y, luego, capitán del pequeño bergantín HMS Childers, dentro de la Flota del Canal. En cierta refriega, fue hecho prisionero por los franceses, y liberado en 1797. Su valentía lo llevó a ser nombrado capitán de navío en 1802, siete años antes de la Reconquista de Vigo.

En 1808, lo encontramos comandando el HMS Campeón, en la costa de Andalucía. Y, finalmente, en 1809 asume el mando de la fragata Venus, que llega a Vigo días antes de la Reconquista e interviene decisivamente en ella.

Tras la victoria en Vigo, que le valdría después importantes menciones y el título de caballero, fue destinado a las Indias Orientales. En 1811, comandando el HMS Húsar, participaría en la invasión de Java.

James Coutts Crawford murió en Liverpool en 1828, a la edad de 67 años tras una vida llena de aventuras.

Los dos escoceses, Coutts Crawford y McKinley, tuvieron un papel fundamental en la Reconquista de Vigo en 1809. Así lo escribía el diario The Times en su portada del 14 de abril de aquel año: «Nuestro entusiasmo se incrementa al considerar que una fuerza naval británica ha jugado un honorable papel en la rendición de Vigo; y a nosotros se nos confió la salvaguarda y custodia de los presos de la guarnición capturados, que ascendían a mil trescientos hombres».

Nuestros dos escoceses piden a gritos un sitio en la recreación de la Reconquista en el Casco Vello. Porque unos tipos con falda siempre resultan vistosos. Pero, sobre todo, podríamos alternar el licor café con el Scotch whisky.

eduardorolland@hotmail.com