El Concello de Baiona ya ha puesto 27 multas por orinar en la calle

Monica Torres
mónica torres BAIONA / LA VOZ

VIGO

El perfil del infractor es el de un varón joven de entre 18 y 25 años

20 sep 2014 . Actualizado a las 13:13 h.

La Policía Local de Baiona ha tramitado 27 expedientes sancionadores a otras tantas personas por orinar en la vía pública desde el año pasado. Realizar las necesidades fisiológicas en la calle está penalizado en la ordenanza de convivencia ciudadana de espacio públicos, tanto para animales como para personas.

A lo largo del 2013 se instruyeron 18 expedientes por la misma causa. El capítulo 5 de la ordenanza se refiere exclusivamente a las «necesidades fisiológicas» y establece tanto las normas de conducta como el régimen de sanciones. «Está prohibido defecar, orinar ou escupir en calquera dos espazos definidos no ámbito desta norma», dice el reglamento. A todas las personas que lo infringieron el año pasado -quince hombre y tres mujeres- se les ha sancionado con multas que oscilan entre los 200 y 750 euros, aunque los infractores pueden optar por realizar servicios para la comunidad.

La mayoría pagó la multa en metálico, en tanto dos optaron por realizar 20 horas de trabajos a favor de la comunidad y otros dos han recurrido la sanción por vía judicial. «El trámite continúa en un contencioso», confirmó ayer el alcalde, Jesús Vázquez Almuiña. Hasta el pasado mes de julio se incoaron nueve expedientes similares, uno de ellos a una mujer. La media de edad de los infractores oscila entre los 18 y los 25 años, aunque hay un caso en el que el sancionado supera la barrera de los 40. Tampoco son de Baiona todas las personas multadas. Tres son de Vigo y otras tres de A Coruña y Madrid.

En el grupo de los expedientes abiertos este año hay uno por infracción grave, cuya sanción oscila entre los 751 y los 1.500 euros. Se considera que los hechos revisten mayor gravedad por haberse dado en un espacio de afluencia de personas frecuentado por menores o en edificios catalogados o protegidos.

La mejor noticia es que, aunque la comparativa solo se puede hacer al acabar el año, la tendencia es a la baja. Vázquez Almuiña, valoró también el hecho de que no haya reincidentes, considerándolo un señal de que se asume la conducta inapropiada y, por lo tanto, «se promueve la concienciación». El regidor insiste en la dinámica: «Tanto en este caso como en el de campañas como las de playas sin humo, lo que se pretende es promover la educación y la concienciación social, sin ningún afán recaudatorio». Destaca además de la tónica que «antes, el que orinaba en la calle era el ídolo del grupo, ahora es el tonto».

En los puestos de salida del ránking de infracciones de la misma ordenanza están las derivadas del botellón. La tendencia es también a la baja en este apartado. Beber alcohol en zona de la vía pública no autorizada para ello cuesta entre 200 y 3.000 euros, canjeables por horas en beneficio de la comunidad.