Estudiantes del CIFP Manuel Antonio reclaman profesores especializados
18 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Se quieren formar para ser protésicos dentales y, sin embargo, ningún profesional de esta especialidad les enseña. Si son los profesores quienes tradicionalmente tienen que evaluar a sus alumnos, en el caso del CIFP Manuel Antonio, sucede lo contrario. Son los propios alumnos quienes no aprueban a sus profesores por falta de formación y conocimientos para impartir las materias.
Los estudiantes del ciclo formativo superior de prótesis dental se quejan de que sus maestros no tienen la debida preparación académica ni experiencia práctica para enseñarles esta especialidad. Hay odontólogos, médicos, biólogos y farmacéuticos, pero ninguno de ellos ha tenido un contacto directo con la profesión en la que quieren labrarse un futuro. A partir de este curso, Educación ha sustituido a los profesores especialistas de prótesis por otros docentes técnicos sin conocimientos prácticos sobre las prótesis dentales.
El curso pasado contaban con dos especialistas en prótesis, que compartían la preocupación de los alumnos, pero ya no figuran en la parrilla de docentes y han sido sustituidos por profesorado sin una formación específica.
Los alumnos creen que ha sido víctimas de una represalia por haber señalado las carencias docentes de sus compañeros. «Ejerciendo el más infame corporativismo, han eliminado este curso dos protésicos, que son sustituidos por un perfil que rechazamos para impartir los módulos prácticos», señalan los alumnos en una nota dirigida a la consellería de Educación.
Los profesores de los que se ha prescindido este curso remitieron al director xeral de Educación una carta de apoyo a los alumnos en la que le transmitían el desencanto generalizado en las aulas al tener que depender de unos profesores que jamás han realizado una prótesis dental.
«La raíz del problema estriba en que se otorga responsabilidad docente en los módulos más técnicos al profesorado general de sanitaria carente de conocimiento específico alguno sobre prótesis dental», lamentaban en su carta enviada al final del curso pasado. Terminaban recomendando al responsable de la Xunta que la impartición de los módulos «debería realizarse desde criterios de competencia docente y que no prevalecieran los intereses particulares y sí la adecuada formación de los alumnos».
Firmas
Los jóvenes han iniciado una campaña de recogida de firmas en la plataforma Change.org para hacer oír su protesta. Hasta la fecha han remitido escritos a los responsables del centro y a la Consellería de Educación, sin haber obtenido una respuesta satisfactoria. «Estamos pagando por una educación que no es viable, no se puede poner a un médico o a un farmacéutico a enseñar a hacer un diente, porque no tienen ni idea», lamenta Pilar Portas, antigua alumna.
Los estudiantes afirman que como sus profesores no pueden transmitirles conocimientos, ellos no aprenden nada, lo que les obliga a aprender por su cuenta. Pilar Portas afirma que aprenden más mirando vídeos de Youtube, que asistiendo a las clases. El curso pasado, el departamento tuvo que contratar a un técnico para poder dar una asignatura que los docentes no eran capaces de impartir.
Esta situación hace que los alumnos se encuentren descontentos con la formación que están recibiendo y que muchos abandonen el ciclo sin llegar a concluirlo. El porcentaje de abandono es de un diez por ciento sobre los que empiezan el primer año.
Los alumnos han elevado sus quejas a la jefatura territorial de Educación y a los responsables del centro. En una de sus misivas denunciaban además que los profesores «usan las horas lectivas para atender asuntos que nada tienen que ver con la unidad formativa que están impartiendo, quedando los alumnos solos en el aula sin ningún profesor».
Señalaban además que el ciclo de técnico superior de prótesis dental es fundamentalmente práctico, con 2.000 horas lectivas, de las que casi el 90 por ciento son prácticas, sin que estén recibiendo una formación aceptable, lo que produce carencias en su currículo que no pueden tolerar.