Condenado por estafa un falso tramitador de subvenciones del Igape

A.Martínez LA VOZ

VIGO

Se quedó con 40.000 euros de sus víctimas que les pedía como adelanto en concepto de comisión

17 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Un año y cuatro meses es la pena que ayer aceptó un acusado de un delito continuado de estafa que se hacía pasar por tramitador de subvenciones del Igape. La suspensión de la condena está ligada al pago del dinero que timó a sus víctimas. El hombre, P.C.G., se hacía pasar por una persona con grandes influencias en el Igape para embaucar a empresarios en la búsqueda de ayudas oficiales para poner en marcha sus negocios.

Ante su presencia incluso hacía que hablaba por teléfono con la directora de esta institución con mucha familiaridad. Sus honorarios eran un diez por ciento sobre la cantidad de la subvención solicitada. Y cobraba por adelantado cantidades que oscilaban entre el 30 y el 70 por ciento de sus ganancias, en función de la cantidad de las ayudas que se pretendían. Hubo personas que le confiaron dinero para abrir comercios e incluso una autoescuela.

Engaños

El hombre sabía cómo engañar a sus víctimas e incluso les presentaba abundante documentación que tenían que firmar para dar una apariencia real a la estafa. El problema es que nunca llegaba a presentar ni un solo documento en el registro del Igape, según confirmó ayer el abogado de una de las acusaciones particulares. Las víctimas se dieron cuenta del engaño alertadas por otras personas a las que también había estafado. «Nos hablaron de una médico y del dueño de un bar muy conocido del Arenal y un día no pudo aguantar más la mentira y dijo que necesitaba el dinero», manifestó ayer una de las personas estafadas a la salida del juicio.

De esta forma, consiguió apropiarse de unas 40.000 euros, si bien podría haber más víctimas que nunca llegaron a presentar una denuncia. El hombre devolvió alrededor de 26.000 euros antes de la celebración del juicio, con lo que consiguió que se le aplicara un atenuante por reparación del daño.

Se cree que al menos pudo haber estafado a una decena de víctimas, aunque solo fueron cuatro los que lo sentaron ayer en el banquillo. Una de las acusaciones particulares reclamaba inicialmente tres años de prisión, mientras que otro letrado pedía dos años.