Un chaval familiar, tranquilo, cocinillas y con «costumes»

La Voz

VIGO

07 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La cercanía de Sergio Álvarez, con su sonrisa permanente y su risa franca, demuestra que el fútbol de élite no está reñido con la normalidad. «Son súper normal, súper tranquilo e familiar», asegura. Su primer año en el Celta lo pasó en la residencia del club, pero la segunda temporada decidió independizarse y fue entonces cuando comenzó su idilio con los fogones. Se reconoce un cocinillas, «escrupuloso nos horarios e nas comidas» y al que le encanta pasar el tiempo con su familia, con su novia, «e no medio da xente».

Ese carácter extrovertido y ameno tiene sus paréntesis, «haí días que non se pode falar comigo, cando me saen as cousas mal é mellor non dixarme», reconoce entre risas. Una confesión que concede también en cuanto a sus manías. «Eu prefiro chamarlle costumes» -se carcajea- «e teño algunas, como empezar o partido tocando os tres postes ou entrar na área grande co pe dereito». Eso sí, el amarillo es su color favorito.