Pablo Paz, de pescador de navaja a tendero

La Voz

MOAÑA

31 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El de Pablo Paz es uno de los casos en que se deja una profesión amada, la pesca de la navaja, solo porque se hacía insostenible. «Iba todo muy bien, pero de unos años a esta parte el producto se devaluó tres veces menos de su valor inicial», explica. «Intentas aguantar, esperando que los precios vuelvan a ser más normalizados pero lejos de eso cada día los precios son más bajos», sigue narrando. «A ti te suben todo y tu producto baja por lo que llega un momento en el que simplemente no es sostenible», sentencia. Hubo veces en las que llegaba con el marisco y ni a cuatro euros se lo querían pagar. Y el lo devolvía al mar. Ante esa tesitura, buscó otras opciones. Encontró un puesto en la plaza de abastos de Moaña al que denominó A Traiñeira. Su amor por el mar no ha desaparecido, en cualquier caso: ahora compagina la tienda de comestibles con los entrenamientos en el equipo de remo de la SD Samertolameu.

ue se hace autónoma pero vio que todo eran inconvenientes para tramitarla, por lo que decidió tirar la toalla. «Si me mareas mucho y me va a costar más de lo que después realmente voy a recibir, no me compensa», declara con rotundidad. Ahora es feliz en el bar Triskel de la calle Barcelona.