La Guardia Civil cabalga en Mondariz 170 años después

Monica Torres
mónica torres MONDARIZ

VIGO

Los agentes patrullan desde el amanecer por los montes de toda la provincia, dentro de la Operación Lumes.
Los agentes patrullan desde el amanecer por los montes de toda la provincia, dentro de la Operación Lumes. óscar vázquez< / span>

Ocho caballos y once guardias conforman la escuadra que patrulla por el Condado en la operación Lumes

01 sep 2014 . Actualizado a las 11:19 h.

Mañana se conmemora el aniversario de la primera aparición pública de la Guardia Civil. Desde que el primer contingente se presentó en Atocha con 1.500 hombres de Infantería y 370 de Caballería, han pasado 170 años. En ese tiempo ninguna máquina ha conseguido superar las prestaciones de estos animales que también patrullan el sur gallego en verano. Ocho caballos y once guardias conforman la escuadra que está desplegada en Mondariz, en el marco de la Operación Lumes, contra los incendios forestales. Su principal cometido es la prevención.

La campaña contra incendios no es evaluable hasta el fin de la temporada, pero la labor diaria de los agentes y la de los vecinos de la zona apuntan a que la fórmula funciona. Hay guardias que repiten destino. Este se ofrece cada año desde que en el 2006 la provincia sufrió los peores incendios del siglo. «La gente ahora está más concienciada, se nota mucho la sensibilización», manifiesta uno de los guardias.

El sargento que coordina el escuadrón, y que prefiere no dar su nombre, confirma la buena predisposición de los gallegos, aunque siempre es mejorable. «Aquí está muy arraigada la cultura del fuego y, a día de hoy, aún nos encontramos personas que pretenden quemar rastrojos en el monte o desbrozar con máquinas», confirman. Las dos actuaciones están prohibidas por su evidente riesgo. También hay quien aún enciende la barbacoa, para su sorpresa. «Nuestra mejor publicidad es el boca a boca, la gente sabe que estamos aquí, hablamos con los vecinos y la cercanía favorece la prevención», explican.

Sobre las bondades del vehículo, destacan las que les diferencia de los de motor y, en el apartado de prestaciones, las que vienen de serie con el equino. El caballo llega a lugares inaccesibles para otros medios, y además sin motor que contamine o que provoque chispas.

La relación entre guardia y caballo es la de una pareja de trabajo. «Somos un binomio, nosotros vivimos para el caballo y no es como llegar a trabajar y arrancar un coche o un ordenador», afirman los caballeros. Los jinetes domaron y adiestraron personalmente a sus compañeros en la base del escuadrón, en Valdemoro, los alimentan y cuidan todo el día. El benjamín de la escuadra que trabaja en Mondariz se llama Ifeadro, un equino medio español medio árabe de cuatro años que presta su primer servicio. Al igual que los demás caballos está adiestrado para soportar sin alteraciones estruendos y situaciones límite. El escuadrón tiene cometidos especiales, tanto en en la prevención de fuegos, como en grandes concentraciones de masas, en espectáculos públicos y deportivos.

crónica la escuadra contra los incendios