El agente se tiró al mar en plena noche y consiguió llegar hasta ella por sus gritos
24 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Un agente de la Guardia Civil del puesto principal de Baiona-Nigrán se jugó ayer la vida para salvar a una mujer que pedía auxilios varios metros mar adentro. Los hechos se produjeron de madrugada. Aún era noche profunda cuando el vigilante de una estación de servicio alertaba al servicio de emergencias del 112. Poco antes de las seis de la mañana advertía en su llamada de que escuchaba gritos de una mujer pidiendo auxilio procedentes de la Playa de Santa Marta.
El hombre no pudo hacer más porque ni siquiera había visibilidad suficiente para ver donde se encontraba la mujer aunque su llamada fue providencial. Los dos agentes de la patrulla de la Guardia Civil desplazados al lugar también escucharon la llamada desesperada de la mujer pero la falta de luz impedía reconocer a la víctima ni situarla en el mar. En la arena localizaron un bolso y unos zapatos.
Sin más punto de referencia que la voz de la mujer, un guardia se desvistió y se tiró al mar mientras su compañero iluminaba la zona. Guiándose por sus gritos, el agente consiguió alcanzar a la víctima, con evidentes síntomas de hipotermia. Estaba flotando, vestida, en un lugar en el que ya no se hacía pie. El guardia la rescató y nadó con ella hasta alcanzar de nuevo la playa. Los agentes la atendieron los primeros minutos hasta que llegó la ambulancia del 061 y la trasladó al centro médico de A Xunqueira.
La mujer entró voluntariamente y vestida al agua. Cuando decidió regresar no fue capaz porque por el frío se le habían entumecido los brazos y las piernas.