El pequeño taller en el que se alumbró la firma en los setenta ha dado paso a una gran empresa que ocupa más de 10.000 metros cuadrados. El objetivo es exportar un 50 % de la producción dentro de cinco años
18 ago 2014 . Actualizado a las 13:48 h.La moda que no se ve tiene sello vigués. Aunque solo se luce en las pasarelas y se disfruta en la intimidad, la lencería ha ido cobrando importancia con el paso de los años. Una tendencia que anticipó Amador Pérez, que en 1975 fundó Selmark en Vigo. Entonces, un pequeño taller y mucha ilusión fueron el germen para una firma que desde mediados de los 90 comenzó un proceso imparable de internacionalización. Hoy, miles de mujeres en más de treinta países visten las creaciones que nacen en las instalaciones de la compañía, situadas en la ciudad del textil de Vigo, donde ocupa más de 10.000 metros cuadrados.
El gigante gallego de la lencería exporta ya un 30 % de su producción al extranjero y aspira a elevar esa tasa al 50 % en los próximos cinco años. «Tenemos una fuerte presencia en los países árabes y también en China, que fue el segundo país en volumen de exportación del año pasado. Estamos apostando mucho por Asia y esperamos llegar también al mercado de Malasia», explican desde la empresa, donde también se enorgullecen de haberse abierto camino en mercados tan exigentes y competitivos como Francia e Italia.
Conquistar con los mismos diseños a las mujeres de medio mundo es el objetivo con el que trabaja el equipo de profesionales de la empresa, a la que se incorporó ya hace tres décadas el hijo del fundador de la marca, Rafael Pérez. En total se fabrican unas quince líneas de productos, con más de 200 modelos y ocho mil referencias, entre colores, tallas, copas y otras variedades a las que se unen otras líneas de lencería. Y es que, a mayores de la ropa interior, Selmark también ofrece otras variantes de moda íntima como bodis, corpiños e incluso camisones y pijamas.
Tres mil puntos de venta
En España y Portugal, sus principales mercados, sus productos están presentes en la actualidad en más de 3.000 puntos de venta, sobre todo a través de tiendas multimarca. Es en estos dos territorios, junto con Turquía, donde se localizan también las estructuras permanentes de producción. Todo el material se controla, revisa y prepara desde la planta de Vigo.
También en su sede de Citexvi se realiza el trabajo de investigación, que incluye entre otras peculiaridades un sistema de corte de copas robotizado que emplea tecnología láser.
El control de calidad de las prendas incluye una revisión final en la que se vigilan cada uno de los productos