Los peregrinos ponen de moda los barcos taxi en el Miño a falta de ferri

Monica Torres
mónica torres BAIONA / LA VOZ

VIGO

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El precio del servicio en el estuario oscila entre 5 y 15 euros por persona

15 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El Camino de la Costa ha ganado peregrinos este año, pese a que el ferri lleva tres meses y medio parado. El concejal de Turismo de Baiona, Ángel Rodal, cifra el incremento en un 68 %. El Concello de A Guarda, aunque no ha cerrado balance, ratifica la tendencia al alza. Una de las explicaciones es curiosa: muchos peregrinos cruzan el Miño desde Caminha en embarcaciones taxi, un servicio que despunta en el estuario y que representa a día de hoy el mejor seguro para la ruta monacal.

Son varias las compañías que ofrecen el servicio. Los precios oscilan entre los 5 y los 15 euros por persona. Hay barcos de cinco plazas y los hay de quince, y el taxi se pide como cualquier otro, bien por teléfono o yendo directamente al puerto de Caminha. El comandante naval, Rodrigo Paços, explica que las embarcaciones son de empresas que tienen la correspondiente autorización del Ministerio de Turismo de Portugal.

Hay seis que operan en la zona realizando actividades marítimo terrestres, aunque no todas se dedican a barco taxi. Las hay de alquiler de canoas o piraguas. Es un servicio similar al de las que ofertan las embarcaciones turísticas aunque en los taxi son carreras sobre el Miño y no rutas guiadas.

Evitar la comparación es difícil, y más odiosa aun cuando el futuro del último ferri del Miño está en entredicho, pero otra de las ventajas del taxi es que no hay esperas. A veces llegan a ser de más de una hora por el baile de las mareas.

El Santa Rita de Cassia no surca el río desde el 29 de abril. Ese día entró en el astillero para las labores de mantenimiento. Nunca antes había estado tanto tiempo fuera del Miño. El Concello de Caminha, propietario de la nave, confirmaba ayer que aún no hay fecha para su regreso. Es el gran ausente este verano y la economía de las dos villas se resiente, según las asociaciones de comerciantes. Su tardanza se debe al re traso en las obras de limpieza que se están acometiendo. Desde comienzos de año había problemas para atracar por la acumulación de lodos, con jornadas en las que se suspendían la mitad de los diez viajes programados. Pero la extracción de los 14.000 metros cúbicos acumula semanas de retraso. Desde el Concello se indica que el proceso «se ha complicado» y que confían en que cuanto antes se pueda restablecer el servicio, aunque no hay fecha aproximada. En A Guarda se espera con la misma ilusión y la presidenta de la asociación de empresarios, Carmen García Braga, advierte del daño para el sector hostelero.

En abril, los alcaldes de Caminha y A Guarda advertían que podía ser el último verano del ferri si no se dragaba en invierno. Durante estos meses sin uso el canal ha acumulado aún más áridos. El pronóstico se ha complicado.

La ventaja frente al «Santa Rita» es que no hay esperas por la marea

Seis compañías operan desde el puerto de Caminha