El párroco de San Campio pide desde el púlpito alimentos en vez de flores

Monica Torres
mónica torres TOMIÑO / LA VOZ

VIGO

XOAN CARLOS GIL

«Con los 80 euros de un ramo compramos 150 litros de leche», predica

12 ago 2014 . Actualizado a las 11:16 h.

La Pastoral de San Campio de Lonxe, en Figueiró, alimenta almas y cuerpos. Su párroco, José Luis Portela Trigo, predica con el ejemplo y desde el púlpito sugiere a los feligreses que en vez de flores ofrezcan alimentos para las personas que necesitan apoyo. Hace ya tiempo que inició la campaña y, entre la novena y la festividad del último fin de semana de julio, ha conseguido reunir 649 kilos de alimentos no perecederos para las 60 familias a las que ayuda actualmente SOS Tomiño.

«Un centro de flores cuesta entre 80 y 150 euros y se marchitan en dos o tres días; con 80 euros compramos 150 litros de leche que sirven para saciar el hambre». No es una parábola y el encargo resulta tan clarificador como uno de los más universales de la Iglesia y de la humanidad: «Tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber».

«Estamos practicando la caridad», indica José Luis Portela Trigo. El mensaje ha calado entre los feligreses. Hasta hace un par de años, recuerda el sacerdote que lleva al frente de la parroquia 45, el último domingo de julio se ofrecían unos 80 centros de flores a San Campio en Figueiró. En esta ocasión, explica contento, «solo hubo 8 centros, pero 649 kilos de alimentos, esto es lo que predico desde el altar y el resultado indica que la gente lo está practicando». No solo los fieles de la parroquia. También los romeros saben que, cuestión de prioridades, San Campio prefiere últimamente alimentos que flores. José Besada, miembro de SOS Tomiño, recoge cada semana las donaciones en especie que llegan al templo. «Puedes seguir haciendo ofrendas de flores, pero en estos momentos es más necesario su importe en alimentos» o «La caridad urge siempre pero, especialmente en estos tiempos en los que muchas personas pasan hambre», son los lemas de los carteles que personalmente colocó en zonas bien visibles del templo. Hace quince días incluyó también una nueva intención en el lugar de los cepillos. Ahora hay una «para las familias necesitadas de SOS Tomiño». Con el dinero él compra los alimentos y los entrega a la entidad que ayer mostraba su agradecimiento públicamente. Realmente Portela Trigo es de los promotores de SOS Tomiño aunque es una asociación benéfica sin más religión que la de ayudar. «Cuando se fundó ya dije que no debía haber curas ni políticos porque si un sacerdote pide, algunos le cerrarán la puerta y si es político, solo ayudarán los de su color», recordaba ayer.

Advierte de que «cada vez hay más familias necesitadas». «Estamos viviendo de la caridad de los mayores, si ellos nos fallaran moriríamos de hambre», considera el sacerdote. SOS O Baixo Miño necesita apoyo para ayudar porque más de 200 personas de la comarca dependen hoy de los alimentos que donan para ellos.