«La empresa ganó dinero desde el primer día y no tuvo ayudas»

j. l. vigo / la voz

VIGO

09 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Aunque ya no se dedica al transporte urbano, la empresa Tranvías Eléctricos de Vigo sigue muy activa en la ciudad.

-¿Cómo vive este centenario?

-En realidad, nosotros consideramos el centenario en enero de 1912, cuando se constituye la sociedad. La puesta en marcha de los tranvías fue su fruto.

-Fueron precursores en el transporte metropolitano.

-Sí, la empresa unió a todos los municipios de los alrededores.

-¿Qué supuso para Vigo la llegada del tranvía?

-La ciudad carecía de una estructura interna porque había muchas parroquias y barrios aislado. El tranvía estructuró el espacio y fue un elemento de desarrollo.

-¿Atendía más servicios que el movimiento de pasajeros?

-Sí, es algo bastante desconocido pero nosotros traíamos al puerto el granito de O Porriño. En los trenes había vagones de transporte. Hasta mediados de los sesenta, que llegaron las furgonetas, nosotros habíamos la mayor parte del transporte.

-¿Era una empresa rentable?

-Tranvías ganó dinero desde el primer día. Entre agosto y diciembre de 1914 ya había ganado varios miles de pesetas. Siempre repartió divididendos, que a veces alcanzaban un 8 %. Las ampliaciones de capital se hacían sin recurrir a los bancos.

-¿Tuvieron subvenciones?

-Nunca tuvimos ayudas públicas ni subvenciones, y eso que los policías municipales y otras fuerzas del Estado subían gratis cuando iban de uniforme. También teníamos la obligación de trasladar presos a Ramallosa, para lo que teníamos un vagón-cárcel.

-¿Fue Portanet el causante del fin del tranvía?

-Portanet era un mandado. Yo tuve con él una relación personal buena. La decisión política que retiró los tranvías de Vigo y que introdujo a Vitrasa fue tomada mediante un acuerdo municipal que fue sancionado como delito de cohecho por el Tribunal Supremo. Inexplicablemente, el propio Tribunal Supremo no anuló la concesión de Vitrasa como sería preceptivo.

-No fue el único atropello...

-En enero de 1968, el Ayuntamiento se incautó de los bienes de Tranvías. Entraron en las cocheras de As Travesas y se llevaron todo, incluso la caja de caudales con nuestros documentos. Años después, el Tribunal Supremo definió, mediante sentencia, aquella actuación municipal como una incautación de bienes, y añadía que no se producía algo así desde 1939.

-¿Cómo vivió los intentos posteriores de volver al tranvía?

-En 1994, con GTI como socio, nos presentamos al concurso con un magnífico proyecto de metro ligero, que no fue elegido. Espero que el espíritu de la sociedad permita que nos volvamos a presentar en el futuro.