A Guarda restaura cinco edificaciones del castro de Santa Trega

Monica Torres
mónica torres A GUARDA / LA VOZ

VIGO

Alumnos de la Escola Superior de Conservación de Galicia limpian y documentan las construcciones de los siglos I y II antes de Cristo

08 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Asegurar las construcciones y mejorar la comprensión del principal castro del noroeste peninsular, datado entre los siglos I y II antes de cristo, no es una tarea cualquiera. La están llevando a cabo, desde esta misma semana, seis alumnos en prácticas de la Escola Superior de Conservación e Restauración de Bens Culturais de Galicia. Su trabajo en la consolidación de varias estructuras de Santa Trega es posible gracias al convenio de colaboración suscrito por el Concello de A Guarda, según explicó el edil de Patrimonio, Javier Crespo.

Las labores se centran en estructuras localizadas en el sector norte del yacimiento, el más visitado. «O que se pretende é optimizar a visión de conxunto para unha mellor comprensión dos visitantes deste barrio situado a carón dun dos corredores interiores no que ademais se sitúa un panel informativo», señaló el concejal.

Aprovechando esta intervención se limpiarán las estructuras, se establecerán medidas para corregir la incidencia del agua y se reforzarán estructuralmente los muros, empleando mortero de cal y arena. También se protegerán los pavimentos y los posibles restos de recebo que se localicen. Todo quedará recogido de forma gráfica en una memoria final, como se hizo con actuaciones similares para programar nuevas intervenciones. El trabajo está siendo dirigido por el Doctor en Historia Gonzalo Buceta Bruneti y Natalia Cortón Noya. Los dos son restauradores.

Las construcciones forman parte de un sector en el que hay un centenar de estructuras. Ahora se actúa sobre cinco de las doce que quedan por poner en valor en esta zona. Son las estructuras más deterioradas y que casi no estaban delimitadas, indica el edil de Patrimonio. Pertenecen al grupo que vio la luz a mediados de los años 50 gracias al arqueólogo tomiñés Manuel Fernández. La intervención posibilitará documentarlas y protegerlas ya que, al no identificarse bien, están a merced de los daños que puedan provocarles los miles de turistas que recibe cada año el lugar.

La mayor losa sobre el castro de Santa Trega es la falta de intervenciones. Un plan director que tardó ocho años en gestarse evidenció la necesidad de actuar. «Parte del principal castro del noroeste peninsular amenaza ruina y requiere una actuación inmediata», fue el diagnóstico entonces del arqueólogo Luis López González.