Zona Franca valora instalar en el edificio del Mercantil el futuro centro de gastronomía

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

VIGO

El antiguo Rectorado y el Tinglado General de Empaque son otros de los emplazamientos que baraja el consorcio

01 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El proyecto de contenidos del Centro de Innovación Gastronómico que impulsa la Zona Franca, así como el de negocio, están prácticamente rematados. De ahí, que el consorcio esté acelerando la búsqueda de sede. Las únicas premisas que se ha fijado el equipo que dirige Teresa Pedrosa es que tiene que ser un edificio céntrico, emblemático, todo lo cerca del mar que sea posible y con una superficie mínima de 3.000 metros cuadrados. «Lo que sobran en Vigo son ofertas que cumplan los requisitos; otra cuestión es que se adapten a nuestras necesidades y que no haya problemas para iniciar las obras cuanto antes, que es nuestra intención», afirma la delegada de la Zona Franca.

Entre dichas ofertas figura la del Mercantil. La sociedad está pasando por serias dificultades económicas y tiene a la venta la sede de la calle del Príncipe. Son algo más de 2.800 metros cuadrados repartidos en cinco plantas, a los que la directiva de la entidad, que tiene que contar con el visto bueno de los socios, ha puesto un precio de 4,5 millones de euros. «La ventaja que ofrece el Mercantil es que ya tiene cocinas», señala Pedrosa, que añade que es una de las muchas propuestas que están valorando.

Explica que en principio cumple las premisas mínimas, «pero necesitamos que el Centro de Innovación Gastronómico sea una realidad cuanto antes, por eso nos centraremos en aquellas operaciones que tengamos la garantía de que pueden cerrarse a corto plazo», explica Pedrosa.

En paralelo, la Zona Franca está dando pasos para una posible compra del antiguo edificio del Rectorado. Es el espacio por el que apuesta el Concello, propietario del inmueble, por el que pide 5,2 millones de euros. «Es una cifra que no está avalada en nada. Hemos encargado una tasación oficial pero aún no hemos recibido el informe. En base a él podrá abrirse una negociación. El problema es que a día de hoy el Rectorado no puede comprarse, ya que se necesita una modificación del Plan Xeral para cambiar su uso, y eso lleva un tiempo», señala Teresa Pedrosa. El compromiso del Concello pasa por hacerlo en siete meses.

La delegada de la Zona Franca asegura que no solo es una cuestión económica, que también, «sino de adaptación a los usos que nosotros necesitamos».

Concello y consocio pusieron por escrito el jueves en un convenio una serie de cuestiones relacionadas con el Parque Tecnológico y el auditorio Mar de Vigo, entre los que también figura la posible adquisición del Rectorado. En el documento se deja claro que sin un cambio previo del Plan Xeral dicha compra no podrá hacerse. «Lo primero será que el pleno del consorcio ratifique el convenio, ya que solo lo aprobó el comité ejecutivo», subraya Pedrosa.

Innovar y degustar

Pero si por un edificio siente debilidad la delegada de la Zona Franca es por el Tinglado General de Empaque, uno de los inmuebles del Puerto en la plaza de la Estrella. Confiesa que «sería el emplazamiento ideal, ya que permite hacer un doble uso, esto es, una parte de innovación y otra de degustación de mercado, que en el caso del resto de las ofertas que estamos recibiendo no es posible».

En este caso, el problema al que se enfrentan es similar al del Rectorado: depende del Plan de Usos del Puerto. Después de muchos años de tramitación, se presentó en abril del 2011, pero el Gobierno sigue sin poner fecha a su aprobación definitiva. El presidente de la Autoridad Portuaria, Ignacio López-Chaves, afirma que está en su recta final.

Una última posibilidad que valora la Zona Franca es un edificio abandonado en el Casco Vello -calle Oliva, 2- que ha sado a subasta Caixabank por un precio de partida de 2,73 millones de euros.