«Estamos enganchados a acoger niños»

La Voz

VIGO

24 jul 2014 . Actualizado a las 14:20 h.

lorenzo Mateos y Luisa Martín son un matrimonio que llevan cuatro años participando en el programa de acogimiento de menores. Acudieron ayer a las actividades organizadas por la Cruz Roja para narrar sus experiencias a las familias presentes, para animarlas a acoger sin miedo. Su presencia fue valorada y no fueron pocas las personas que se acercaron a hablar con ellos para interesarse sobre el programa, al margen de la información que podían darle las voluntarias de Cruz Roja allí presentes.

Lorenzo Mateos explicó que ellos comenzaron «a lo tonto» y que ahora ya no pueden «desengancharse» de la acogida de estos niños. Ellos son una familia de emergencia, explica su mujer, Luisa. Una familia de emergencia es que aquella que cuando nace un niño en un hospital, la organización la avisa para comunicarles que pueden acoger. Este proceso se puede contemplar en tan solo dos horas, para garantizar que la salud del menor. Ellos creen que forman parte de un engranaje, «pues estamos en medio de un niño que está en una casa de acogida o una familia con problemas que espera a una familia de adopción».

«Es muy importante acoger a bebés, el desarrollo psicológico durante el primer año es fundamental», opina Lorenzo. En las casas de acogida, «les dan mucho cariño, les tratan genial... pero como en una familia de adopción no hay nada», concluye el progenitor.

Ellos han tenido en cuatro años cuatro menores. El último, hace dos meses «ahora está adoptado y está todo bien», dice el padre. Y ya quieren otro, «estamos enganchados», dicen, «es la pequeña miga que podemos poner».

Su experiencia personal es muy positiva, o eso dejan ver en sus palabras. «Animamos a las familias que acojan, lo recomendamos de cabeza». Cuando se les pregunta por qué, lo tienen claro: «Es una experiencia personal muy importante, que te forma como persona y además, si un niño puede estar en una familia, mucho mejor», explica Lorenzo. Luisa también tiene clara una cosa: «No hace falta ser una familia de mucho dinero, nosotros somos una familia como cualquiera, con problemas para llegar a fin de mes, pero si puedes criar un hijo puedes criar dos».

María Jesús García también ha decidido adoptar. Por su edad, ya no le permiten adoptar bebés, pero sí puede adoptar niños de la edad de su nieta. Recordaba ayer por la mañana el día que le explicó a su nieta que el niño que habían acogido se iba con sus padres biológicos. «Estaban jugando y me acerqué a ella para explicarle que se iba con sus padres. Ella me miró y me preguntó: «¿Y yo?» Entonces le expliqué que ella ya tenía unos padres». Para esta madre de acogida, este proceso es agridulce. Se refiere a que el pequeño permanece con la familia de acogida un período de tiempo limitado. Al llegar la despedida «te da pena, pero en realidad te alegras porque sabes que a ese pequeño le espera su familia». Pero no todo acaba ahí. «Mantenemos el contacto con la familia y de vez en cuando quedamos con ella para que jueguen y se vean». De esta forma, los pequeños se siguen viendo, «ahora le pone el nombre de los niños de acogida a todos sus muñecos y cuando viene alguno nuevo, ayuda a dar biberones o poner pañales». «No necesito un bebé para ser feliz o mantenerme ocupada, lo hago porque estoy encantada y es un buen acto», termina.