El servicio está organizado por la Cruz Roja y funciona en toda Galicia
24 jul 2014 . Actualizado a las 14:21 h.En los últimos años, uno de los grupos más afectados por la crisis han sido los niños. Muchas familias se ven en un momento dado sin recursos para poder mantener a sus hijos. También hay casos de familias con problemas entre los progenitores, o menores que se encuentran en una casa de acogida.
El afectado es siempre el niño, y para evitar que estas situaciones afecten a su personalidad, su integridad y su educación, la Cruz Roja colabora con la Xunta de Galicia en el programa Familia acolledora. Consiste en ofrecer un hogar a menores que precisan una familia de acogida con urgencia. Los padres son formados por la organización y, cuando es preciso el acogimiento (que no adopción), se les comunica. El pequeño estará con ellos hasta que la Justicia dictamine quién será el tutor legal del pequeño.
Solo en el mes de junio, dieciocho familias viguesas participaron en este programa, cediendo su hogar temporalmente a menores en riesgo de desamparo.
Para promocionar este programa de acogida, la Cruz Roja ha puesto en marcha la campaña Os Bolechas familia acolledora, cuyo objetivo es mostrarles a las familias la realidad de la adopción, pero siempre haciendo partícipes a los pequeños de la casa con actividades relacionadas con los populares dibujos. Vigo recibió ayer la visita del Autobús de Os Bolechas, en el que los niños pudieron divertirse mientras cantaban canciones, repasaban los cuentos o jugaban con ordenadores. En la segunda planta del autobús, se les proyectó varios cortos de dibujos de Os Bolechas en los que se ponía en valor la amistad o la familia.
La presidenta de la delegación de Pontevedra de Cruz Roja, Teresa Álvarez, quiso «agradecer a todas las familias que ahora mismo colaboran con nosotros; con su constancia, esfuerzo, cariño y colaboración son un ejemplo», mientras que la técnica del programa de Familias Acolledoras, Rebeca Bastón, señaló que el programa busca que «os menores poidan estar con aquelas familias que queiran ofrecer o seu fogar, cariño e educación». Animó, además, a las familias a participar en la acogida, «sobre todo cos menores máis complicados de integrar nunca acollida como maiores de oito anos, adolescentes ou irmáns».