La semana inmensa

Soledad Antón García
Soledad Antón EL MENTIDEROCLICHÉ

VIGO

22 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

A Vigo le sobran carruseles pero le faltan Fiestas. Sí, con mayúscula. Cada barrio monta su sarao particular. Acota unos jardines, unas aceras o directamente una carretera, que llena de atracciones de feria trufadas de puestos de comida, abre la espita del ruido a esgalla -la música del pulpo saltarín compite en decibelios con la de la tómbola del perrito piloto y el pasen y rían de la sala de los espejos- y ya está. Eso es todo. Bueno, eso y una tirada interminable de bombas de palenque, casi siempre a la hora de comer, para animar el menú al vecindario y, de paso, hacerle jurar en arameo en muchos casos.

Pese a tanto estruendo, Vigo sigue sin tener unas fiestas con las que se identifique toda la ciudad. No conozco una urbe de su tamaño -ni menor tampoco- que no tenga ese referente: San Juan (León y Alicante), San Fermín (Pamplona), Feria de Abril (Sevilla), el Pilar (Zaragoza)..., o mucho más cerca La Peregrina (Pontevedra), San Froilán (Lugo), María Pita (A Coruña)... Si todo el dinero que se gasta cada fin de semana del verano en montar chiringuitos por barrios se juntara, Vigo podría tener las mejores fiestas del mundo mundial. Conciertos, exposiciones, teatro, danza, animación callejera, espectáculos para niños, fuegos artificiales, verbenas..., y claro que sí, también tómbolas, carruseles, nubes de algodón y carreras de dromedarios de mentira.

Pero, claro, para eso se necesitaría que el gobierno local diera un paso al frente y acabara con las minisubvenciones que contentan a unos pocos -y quizá den unos votos aquí, allá y acullá- pero que no satisfacen a nadie. Se acabó abrir a los pocos el grifo del dinero para atender ora a esta leira, ora a la de al lado, para pensar en clave de ciudad. Seguro que aquellos que sientan que peligra su chiringuito se alporizarían, pero Vigo saldría ganando. De una vez por todas tendrá una semana, no ya grande, sino inmensa.