El Concello da por finalizados los cuatro meses de restauración y prevé abir al público el monumento esta semana
31 ago 2021 . Actualizado a las 17:42 h.Erigida en su día como referencia para los baioneses que se echaban a la mar, la Virgen de la Roca es uno de los monumentos más emblemáticos de la real villa. Recién finalizada la restauración, estará nuevamente abierta al público esta semana, en «un par de días», según calcula el alcalde.
Jesúz Vázquez Almuiña afirma que la reforma se ha realizado de forma satisfactoria. «Las principales reformas que se llevaron a cabo fueron las relativas a las grietas en el arco que rodeaba la corona. Al estar tan expuesta al mar, el agua salada se había filtrado por la piedra y había afectado a las varillas de hierro que van por el interior de la corona», explica el regidor. Sin embargo, no fue necesario desmontarla por completo, puesto que «los daños encontrados no eran a nivel estructural».
Segun resalta el primer edil de Baiona, una de las tareas más complicadas en la restauración, realizada por la empresa Proyecto Arte, del monumento que se alza sobre el monte Sansón fue la colocación de los andamios. «Entre que se trata de una zona elevada, y que la base sobre la que se alza no es plana, la colocación del andamiaje resultó harto complicado para la empresa».
La cruz de la propia corona precisó de una completa reforma. «Se aplicó en esta zona un tratamiento específico para la cerámica de la que está elaborada esta parte de nuestro querido monumento», apunta Jesús Vázquez.
También fue necesario, debido a la degradación de la piedra del manto, un lavado integral a base de una especie de vapor de agua. La utilización de este método permitió aclarar y limpiar el monumento por completo. La efigie, tras ser restaurada, luce un color mucho más claro y diáfano que hace cuatro meses. «Había colonias de líquenes y hongos en toda la superficie de la estatua. Ahora, con el aseado integral que se le ha aplicado, parece otra», aclara el regidor de Baiona.
Al realizar este tratamiento sobre toda la superficie de la Virgen, se pueden percibir ahora detalles que antes pasaban desapercibidos debido al desgaste y el oscurecimiento de la piedra. Se ha descubierto que uno de los pliegues de la parte inferior del manto, tras el tratamiento con el vapor de agua, guarda gran similitud con la forma de una ola. «Este nuevo descubrimiento dota de más sentido al conjunto. Quizás sea así tal y como el arquitecto la había ideado en un principio -explica-. La Virgen parece ahora surgir de entre las olas. Este pequeño hallazgo da al monumento una nueva dimensión».
Las grietas de la corona que rodea el crucifijo no fueron las únicas restauradas. También en las manos se hallaron indicios de este tipo que han sido renovados durante estos cuatro meses de reforma. El barco que sostiene entre sus manos y al que se ppuede acceder desde el interior, también ha sido restaurado. Realizado en hormigón, se le ha aplicado un tratamiento que le confiere ahora un aspecto más claro, en consonancia con el resto del monumento. La impresión que da ahora es la de un monumento mucho más luminoso.
El coste de la reforma ha ascendido a un total de 58.000 euros. De ellos, 39.000 han sido aportados por la Diputación de Pontevedra, y el resto ha corrido a cargo del propio Ayuntamiento de Baiona. Es la tercera reforma que se realiza en el monumento. Tras la última, en el 2006, se completó un seguimiento continuo a en los últimos años, para constatar la evolución del estado de la escultura. Recién renovada, la Virgen luce de nuevo lista para recibir a propios y a extraños.
La reforma
ha costado 58.000 euros
y ha durado cuatro meses