Pintadas en un miliario del emperador romano Adriano

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO

El monumento que señaliza la calzada romana que unía Braga con Lugo, a su paso por Mos, se halla en mal estado

07 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Un miliario que fue colocado por orden del emperador romano Adriano en el siglo II después de Cristo fue objeto de un ataque vandálico en Mos y ha sufrido una pintada. Este municipio posee un rico patrimonio arqueológico entre el que destacan este mojón kilométrico, denominado en la actualidad miliario Santiaguiño, que señala la calzada romana que unía la ciudad de Braga con la de Lugo y que pasa por Mos. Un tramo de esta calzada fue recuperado como sendero para el camino de Santiago.

En las proximidades del miliario hay una placa informativa que da la espalda al monumento y que está también en precario estado de limpieza.

«Los peregrinos, que a diario pasan junto al miliario, desconocen su finalidad por falta de información y nula puesta en valor», dice el portavoz socialista, Alfonso Parada, que critica la «dejadez y el olvido» en el que se encuentran estos restos arqueológicos y otros del municipio como los petroglifos de Louredo.

«La excepcionalidad del miliario, de los pocos en pie en Galicia en su ubicación original, urge su puesta en valor y conservación», señala el portavoz del PSOE.

El edil también reclama la limpieza de los petroglifos de Louredo que permitiría la creación de una senda para su observación y estudio. Recuerda que la comunidad de montes organizó recientemente un recorrido para potenciar el conocimiento de estos restos arqueológicos. «Poco importa que malgastemos tiempo en ofertar excursiones para apreciar el patrimonio de otros lugares, si no invertimos tiempo y medios para que nuestros vecinos puedan enorgullecerse de nuestros tesoros», señala el concejal socialista.

Parada critica también el reciente asfaltado por parte de la Diputación Provincial del aparcamiento anexo al Concello sin haber pedido las pertinentes autorizaciones de la Dirección Xeral de Patrimonio, al encontrarse en el radio de cautela de dos edificios protegidos. El gobierno local señala que la zona se convertía en un barrizal cuando llovía y que las obras en este lugar eran necesarias para el tránsito de viandantes.