A la langosta de A Guarda le gusta que no luzca el sol

Brais cedeira VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vazquez

La afluencia repunta en esta edición y se venderán unos 500 kilos del crustáceo

06 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

A la plancha, cocida, en salpicón, en croquetas... De cualquier manera, el aroma a langosta impregna este fin de semana el municipio de A Guarda, recibiendo con los brazos abiertos a todo el que se acerca a la edición número 24 de la Festa da Langosta.

Tras el fiasco del pasado año, una ola de calor provocó que el número de personas se viese reducido en gran medida, esta vez el día pintaba de lo más agradable. No se percibía un excesivo calor con el cielo relativamente cubierto de nubes. En teoría, esto resulta mucho mejor que el fuerte sol de la última edición. En palabras del regidor de A Guarda, José Manuel Domínguez Freitas, «el día así, tapadito, nos favorece». Una jornada propicia para dejarse caer por el puerto a saborear los diferentes manjares que se vienen ofertando desde la noche del viernes.

La edila de Turismo, Montse Magallanes, estima que la concurrencia de gente tendrá poco que ver con la del año pasado: «A lo largo del día la estimación ha sido de tres mil o cuatro mil personas. La ola de calor que se dio en la anterior edición echó atrás a la gente que iba a venir, y desde luego la cifra de personas la superamos en gran medida».

Producto estrella, el solicitado crustáceo se venderá en ingentes cantidades a lo largo de todo el fin de semana. «Estimamos una cifra similar a 500 o 600 kilos de langosta», señala Magallanes.

Son los propios establecimientos guardeses los que instalan su puesto en la carpa del muelle de A Guarda, y elaboran los diferentes productos relacionados con el mar. Cada uno cobra en función del precio establecido por el Ayuntamiento. La oferta es similar a la de años anteriores, y aunque varía de uno a otro establecimiento, encuentra un punto de unión en la langosta, eje coordinador de todo el evento. Todos los puestos de los restaurantes guardeses ofrecen el sabroso marisco, bien cocida o a la plancha. Por 18 euros se puede disfrutar de la mitad de una de ellas, y por 35 de una langosta completa.

Por otro lado, cada establecimiento ofrecía algún plato concreto que le distinguiese de los otros. Así, en el mostrador del restaurante Cangrexal, se podían observar recién cocinadas, además de la consabida langosta, deliciosas vieiras al horno. Las brochetas de rape con langostino y las croquetas de langosta del Trasmallo o bien las zamburiñas y la fideuá de casa Olga son algunos de los platos que durante estos días se pueden degustar en el muelle de A Guarda.

Todo ello regado con un buen vino de la zona. Por segundo año consecutivo Bodegas Valtea se encarga de proveer de bebida el evento. El gerente de la bodega, Lázaro Moreno, estima una mejor previsión de venta que en la pasada edición: «Se consumirán 2000 botellas aproximadamente. Más que el año pasado, cuando el caluroso sofoco lo echó todo a perder».

Como en otras ocasiones, gentes de Portugal, de la propia A Guarda y de otras regiones de España se allegaron a la carpa del muelle de la localidad guardesa. Bea y Toni, de Barcelona, están de vacaciones por las Rías Baixas y se han pasado por la fiesta: «Es la primera vez que venimos a Galicia. Nos ha coincidido las fechas bien y nos hemos pasado, aunque no nos decidimos qué tomar todavía».

La celebración de la XIX Travesía a nado Porto da Guarda contribuyó a aumentar la afluencia de gente a la localidad. Hoy continúa un fin de semana, sin duda propicio, para acudir en familia o en pareja, entre vinos y langostas.