Cangas tiene encerrados en sendos despachos dos desfibriladores cardíacos

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera CANGAS / LA VOZ

VIGO

Los equipos médicos deben estar accesibles para todo el público en lugares de tránsito en los pabellones polideportivos

06 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El Concello de Cangas mantiene almacenados en un despacho desde hace un año dos desfibriladores externos semiautomáticos (DESA) cedidos por la Diputación para atender fallos cardíacos en pabellones deportivos.

El del Gatañal, donde juega el balonmano Cangas, que milita en la máxima categoría, en la liga Asobal, y el de Coiro cuentan con sendos equipos completos de desfibrilación semiautomática para que puedan ser utilizados por personal que no es médico. Forman parte de un lote de 80 de estos equipos que fueron entregados por Rafael Louzán a diferentes Concellos, a través de un plan para dotar a las instalaciones deportivas de la provincia Pontevedra de estos sistemas de protección ante posibles fallos cardíacos. La portavoz del BNG, Mercedes Giráldez, denuncia que los equipos no se encuentran accesibles para el gran público. «Se durante unha competición ou adestramento hai un paro cardíaco e non hai acceso aos desfribriladores, ¿de quén será a responsabilidade? ¿Asumirá o alcalde ou o concelleiro de Deportes esa responsabilidade?»

La edila señala que durante la entrega el propio Louzán abogó por una mayor presencia de desfibriladores y de personas que puedan utilizarlos en lugares multitudinarios. Sin embargo, solo han sido formados para su uso dos responsables de equipos deportivos, que no se encuentran presentes la mayor parte del tiempo en el que se emplean las instalaciones deportivas municipales, subraya Giráldez. No hay más personas que los sepan usar porque la Diputación solo financia las clases de formación de un usuario por cada desfibrilador, según asegura la portavoz nacionalista. Por esa limitación, presupuestaria de la Dipuración la mayoría de los ayuntamientos receptores formaron, además, a personal municipal y de clubes deportivos para que aprendiesen a manjar correctamente los aparatos. Cangas no lo ha hecho, según Giráldez, que recuerda que tanto la Xunta como todas las organizaciones médicas instan a que los desfibriladores deben situarse lugares bien visibles y señalizados.