Dos años de prisión por la muerte de un operario de circo en Arcade

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

Aceptan su culpa por delitos contra los trabajadores y homicidio imprudente

13 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El propietario de una carpa y el organizador de un espectáculo de circo aceptaron ayer una condena de dos años de prisión por la muerte accidental de un ciudadano senegalés que trabajaba en la instalación.

Paulo Jorge T.M. y José Antonio F.G. deberán indemnizar a la mujer de la víctima con 114.691 euros y a sus padres con 9.557 para cada uno. Por otra parte, también deberán hacer frente a los 6.497 euros que costó la repatriación del cadáver y 510 por su embalsamiento. Durante un año no podrán ejercer actividad empresarial alguna relacionada con el mundo del circo o los espectáculos. Por otra parte, también deberán pagar una multa de 5.400 euros.

La jueza los considera responsables de un delito de homicidio imprudente y otro contra los derechos de los trabajadores. Los hechos sucedieron durante la madrugada del 18 de abril de 2012 en el muelle deportivo de Arcade. El propietario de la carpa había encargado el montaje de la instalación a varios trabajadores senegaleses que se encontraban en situación irregular y sin contar con autorización para residir y trabajar en España.

La estructura metálica cedió cuando la víctima trepó por uno de los postes sin contar con ningún tipo de seguridad. La carpa hizo efecto vela debido al fuerte temporal que arreciaba durante aquella noche y una de las vigas aplastó al senegalés, que murió en el acto.

Agentes de la policía judicial de la Guardia Civil de Vigo detuvieron horas después del siniestro a los dos responsables de la empresa que ayer se sentaron en el banquillo.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, ninguno de los dos acusados había garantizado previamente por ningún medio ni se había preocupado por vigilar la seguridad estructural de la carpa ni su estabilidad.

Trabajos irregulares

Además, los trabajos no fueron dirigidos por ningún técnico competente en el montaje que conociese los límites de la estructura ni tampoco los trabajadores tenían formación en prevención de accidentes.

Aquel suceso causó una gran conmoción en la localidad de Arcade. El alcalde de Soutomaior, Agustín Reguera, confirmó poco después del accidente que la empresa propietaria del circo no contaba con los permisos municipales precisos para la instalación de la carpa. Lo único que hicieron fue mandar un fax al Ayuntamiento advirtiendo de su próxima presencia en la localidad.

El ayuntamiento descartó entonces conceder la autorización porque los responsables del espectáculo ni se personaron en las oficinas municipales para tramitar el permiso correspondiente ni acompañaron al fax la documentación relativa a un seguro de responsabilidad civil ni la autorización para el transporte y empleo de animales.

Los dos acusados aceptaron ayer las condenas impuestas durante la vista por conformidad que se celebró en el juzgado de lo penal número 3 de Vigo.