Salceda de Caselas fomenta el gallego hasta en la muerte

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera SALCEDA / LA VOZ

VIGO

Otras inscripciones fúnebres son sencillas y directas
Otras inscripciones fúnebres son sencillas y directas

Solo una de cada mil lápidas están escritas en el idioma propio de Galicia

27 may 2014 . Actualizado a las 15:53 h.

Los epitafios de los cementerios gallegos están mayoritariamente escritos en castellano. A personas que hablaron durante toda su vida en gallego, paradójicamente, les colocan lápidas en español. Los datos revelan que sólo el 2 % de las esquelas publicadas en los medios de comunicación están en gallego, y únicamente una de cada mil lápidas está escrita en este idioma. La concejala de Cultura del Concello de Salceda, Teresa Pérez, considera estas cifras «desoladoras».

El Concello de Salceda quiere contribuir a cambiar las cosas y ha organizado con la Asociación de Funcionarios en Lingua Galega una jornada bajo el lema En galego, agora e sempre. El alcalde del municipio, Marcos Besada, y la agrupación que preside el funcionario Xosé González han convocado a Carlos Varela, fiscal jefe del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia y a Xesús Alonso Montero, presidente de la Real Academia Galega, al acto de promoción del idioma que tendrá lugar el próximo sábado en el cementerio de Santa María de Salceda. El evento pondrá el punto final al mes de las Letras Galegas, durante el cual se llevaron a cabo diversas iniciativas a favor del idioma autóctono.

Las autoridades actuarán como notarios para todos los que quieran firmar su acta de últimas voluntades, en la que dejarán expresa constancia de su deseo de ser enterrados con una ceremonia oficiada en gallego. De este modo los herederos deberán cumplir estos deseos cuando se produzca el óbito.

Durante el acto se descubrirá una placa con la leyenda «Na memoria de todos os que xacen aquí, porque grazas a eles Galicia segue a ter cultura e lingua de seu», que quedará fijada en la entrada del cementerio parroquial.

Según Xosé González, la iniciativa se ha llevado a cabo en otros lugares y la respuesta de la gente ha sido muy positiva y ha aumentado el número de personas que han usado el gallego en el entierro de sus familiares.

Esquelas

El acto busca una mayor presencia de la lengua gallega no solo en esquelas y lápidas, sino en los ramos y coronas, en los recordatorios, en los funerales y en todo lo que se refiere al momento del fallecimiento.

En el caso de Salceda se trata de una población que habla mayoritariamente gallego. Según el Ayuntamiento, el porcentaje de personas que usan normalmente el idioma propio de Galicia llega al 90 % del total de la población en las diversas parroquias. Sin embargo no se ve reflejado en los cementerios, donde se recuerda en castellano a los que usaban en vida el gallego para expresarse.

Teresa Pérez, concejala de Normalización Lingüística, explica que «vivimos nun concello maiormente galegofalante, o cal non se ve reflexado logo nos cemiterios. Os que temos a sorte de vivir en galego deberiamos ser lembrados tamén na nosa lingua. Este é o noso granciño de area no camiño da total normalización do uso de galego».

Según el dirigente de la Asociación de Funcionarios en Lingua Galega, Xosé González, la iniciativa «non é necrófila» sino que tiene como objetivo llamar la atención de la población.

Cultura de la muerte

A González le llama la atención el hecho de que las lápidas de los inmigrantes estén escritas en su lengua materna mientras que las de muchos gallegos, no. Este trabajador del Ayuntamiento de Redondela pone de relieve que en Galicia siempre hubo una cultura de la muerte, muy diferente a la que existe en otras latitudes. «A santa compaña só se aparece en Galicia», recuerda este funcionario, que pone de relieve que los cementerios gallegos siempre están abiertos y con algún visitante, lo que no ocurre en otras comunidades.

Para el promotor de la iniciativa se trata de una «anormalidade cultural» el hecho de que las esquelas y los epitafios se escriban en castellano y lo atribuye a una falta de autoestima de los familiares de los difuntos gallego hablantes.

A Xosé González le gustan los epitafios poéticos y echa de menos frases escritas con el corazón sobre el frío mármol. En su lugar aparecen, en la mayoría de las ocasiones, muletillas y lugares comunes que no transmiten sentimientos.

Los promotores esperan que su idea produzca buenos resultados y recuerdan que en el Concello de A Paradela construyeron un nuevo cementerio en el que todas las tumbas tienen inscripciones en gallego. La ley obliga desde hace años a mantener los enterramientos alejados de las iglesias por motivos sanitarios pero esta ley no se cumple muchas veces, según pone de relieve Xosé González.