El hostal de los horrores

M. V. F. Vigo / La Voz

DEPORTES

CEDIDA

El Pozoblanco, organizador de la fase de permanencia, hospeda al Chapela en dos establecimientos en pésimas condiciones y a 24 kilómetros del pabellón

24 may 2014 . Actualizado a las 12:33 h.

Según el reglamento de la Federación Española de Balonmano, la organización de las fases debe de ser «acorde con la categoría de los equipos que las disputen». Por eso cuando el Chapela llegó a ayer a Andalucía, donde se jugará la permanencia en Plata, no se podía imaginar lo que iba a encontrarse en el alojamiento que el Pozoblanco, que corre con los gastos como anfitrión, le había buscado. «Estamos en una pensión con habitaciones muy reducidas, bichos en el lavabo y las camas sin hacer. Aparte de que son de 80x1,80 cuando cualquiera que practique balonmano supera esa estatura», se quejaba ayer el jugador Iago Cuadrado.

La cosa no acababa ahí. «Nos dividieron en dos grupos: unos al hotel, de una estrella, y como este estaba completo, otros a un pensión, de características parecidas», explicaba ayer el técnico del Chapela, Fran Teixeira, quien lo achaca a que quizás pensaron que llegarían hoy, «algo que hubiera sido irresponsable». El enfado de su presidente fue monumental. «Enseguida contactó con la Federación, y lo único que garantizan es que tratarán de juntarnos, nada sobre llevarnos a un sitio en condiciones».

Distancia

Los dos alojamientos se sitúan en un pequeño municipio llamado Villanueva de Córdoba, a 24 kilómetros de Pozoblanco, donde jugarán. Para llegar hasta ellos tuvieron que caminar 600 metros con los equipajes. «Casi montamos un follón al llegar, porque el conductor se quería meter siguiendo lo que le indicaba el GPS, y resulta que las calles son tan estrechas que no se podía».

El malestar en el grupo era evidente. «Es una situación muy desagradable y para nada normal. Hay habitaciones que son de tres, y el tema de las camas... Nuestros jugadores van a tener que intentar descansar y estar preparados para el partido durmiendo con la mitad de las piernas colgando de la cama», lamentaba Teixeira.

Aparte de los problemas vividos en carne propia, también fueron testigos de los sufridos por otros clientes. «En la recepción del hostal vimos a una pareja que venía con un trozo que se le había caído del techo. No es de recibo estar en estas condiciones», denunciaba Cuadrado, para quien «la categoría del alojamiento habla de la del club organizador».

El equipo ya había visitado Pozoblanco durante el campeonato de liga y Teixeira, a título personal, se ha hospedado en la localidad en múltiples ocasiones. «No es un problema de que no haya opciones mejores, es que se han basado únicamente en el precio. Nosotros estuvimos en un sitio lo más económico posible, pero sin llegar ni mucho menos a estos extremos. Si no podían, no haberlo organizado», reflexionaba.

Otro inconveniente será que no podrán realizar las sesiones de vídeo que habían previsto. «Quién iba a pensar que no habría una sala dónde juntarnos para verlos. A ver si con alguno de los ordenadores, pero es que las habitaciones son tan pequeñas...», añadía Teixeira.

«Ganas de machacarles»

Una vez asumida la situación, tanto técnico como plantilla solo tenían en mente hacer el mejor papel posible y vengarse sobre la pista. «Esto no afecta a nuestro ánimo para nada. Al contrario, nos da más ganas de que llegue el momento de enfrentarnos a ellos y machacarles sobre la pista», expresaba Cuadrado. En la misma línea, Fran Teixeira también lo tiene claro. «Hay que asimilarlo, pero estamos hablando de dormir tres días en estas condiciones y es ilógico».

El choque de esta tarde será a las 18.30 frente al Palma del Río. Mañana les espera el Pozoblanco (12.30). Ayer, ambos inauguraron la fase midiéndose entre ellos.