La Casa do Conde de Salvaterra será museo del vino en verano

l. c. LLERA SALVATERRA / LA VOZ

VIGO

La Casa do Conde perteneció a la aristocracia hasta que fue adquirida por el Ayuntamiento de la capital de O Condado.
La Casa do Conde perteneció a la aristocracia hasta que fue adquirida por el Ayuntamiento de la capital de O Condado. xoán carlos gil< / span>

La rehabilitación del edificio corrió a cargo del arquitecto Martín Curty

11 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La vieja Casa do Conde de Salvaterra será convertida en museo el próximo verano. La rebautizada como Casa do Viño abrirá sus puertas en unos meses. Posiblemente, la reinauguración oficial pueda coincidir en agosto con la fiesta del vino de O Condado, la subzona de producción de Rías Baixas que desde hace años ha adquirido auge. El alcalde, Arturo Grandal, destaca que en el municipio se asientan 18 bodegas y que la Casa do Viño será el lugar donde se puedan ver todas las referencias que se elaboran en Salvaterra. En ella se facilitará información sobre la zona y los procesos de producción. Los viñedos dan trabajo a cientos de viticultores en el municipio. Todo el sector vitivinícola quedará reflejado en el edificio recuperado.

La rehabilitación del histórico inmueble ha tenido que superar todos los filtros impuestos por Patrimonio. Por eso la intervención arquitectónica es respetuosa con la estructura y fachada, pero se reordenan los espacios interiores y se ha hecho un trabajo importante de decoración, según señalan desde el estudio de arquitectura de José Antonio Martín Curty.

Las obras corren a cargo de la empresa pública Tragsa y tienen un coste de unos 240.000 euros. Para llevar a cabo el diseño, Martín Curty y su equipo visitaron otros centros de interpretación del vino. La propia dirección de obra la lleva el arquitecto que elaboró el proyecto.

Con esta actuación el Concello pretende que todo el sector cuente con una embajada en un lugar histórico del municipio. La fortaleza de Salvaterra fue declarada bien de interés cultural en 1949. En época reciente el Ayuntamiento se hizo con la propiedad del castillo e inició un plan de rehabilitación todavía no concluido. A pesar de ello, el recinto amurallado se encuentra en buen estado de conservación, abierto al acceso público como espacio cultural. Forma parte del programa Fortrans, aprobado en 2006 con el objetivo de revalorizar las fortalezas fronterizas.

Las obras que lleva a cabo Tragsa tienen un coste aproximado de 240.000 euros