«Recurriremos la última sentencia», afirma el presidente de la comunidad de montes

J. Fuentes

FIRMAS

03 may 2014 . Actualizado a las 23:23 h.

Un juzgado de Vigo acaba de rechazar la demanda de la comunidad de montes de Teis para obligar al Concello a que le expropie los 40.000 metros cuadrados del zoológico de A Madroa. A juicio de los comuneros, era la fórmula ideal para sacar el conflicto del punto muerto en el que se encuentra desde hace cinco años.

«Creemos que tenemos la razón y vamos a recurrir este fallo ante el TSXG», afirma Eduardo Pérez, presidente de la comunidad de montes de Teis. En la entidad están acostumbrados a pleitear con el Concello, y hasta ahora con notable suerte. Otra cosa es que los fallos judiciales favorables les sirvieran para resolver los problemas existentes.

Desde su punto de vista, los comuneros han intentado resolver por la vía del diálogo y el acuerdo el litigio que tienen planteado con el Concello vigués. «El club de Sampaio ha tenido un comportamiento excepcional, pero nosotros no podíamos negociar una solución individual para su caso, y lo mismo ha ocurrido ahora con el Celta», explica.

«Tenemos un alcalde que se opone tajantemente a un acuerdo con la comunidad de montes. Nosotros deseamos que exista una expropiación por parte del Concello, que quiere mantener el zoo y la gestión del recinto. Sin embargo, el juez dice que legalmente no les puede obligar a expropiar los terrenos. Pero nosotros nos preguntamos cuál es la solución, después de varios años de intentar un acuerdo sin resultado».

El espejo en el que se mira la comunidad de Teis es el de Cabral, que, tras años de pleitos con Fomento por la ocupación de terrenos de su propiedad para el aeropuerto de Peinador, logró sentencias favorables que se tradujeron en unos ingresos de 7 millones de euros para la comunidad de montes de esta parroquia viguesa.

En cualquier caso, a la vista de lo sucedido estos años, resulta evidente que el aplazamiento de una solución redunda en beneficio del Concello. El zoológico de A Madroa es una instalación deficitaria, y ocupar terrenos ajenos de manera gratuita evita un desequilibrio mayor. En el otro fiel de la balanza, es la instalación municipal más visitada y ningún gobierno local se ha planteado su cierre.