El destructor de la Guerra Fría

VIGO

El último Vigo se construyó en 1959 y se desguazó solo cinco años más tarde.
El último Vigo se construyó en 1959 y se desguazó solo cinco años más tarde.

Hace cincuenta años, en 1964, entraba en desguace el «HMS Vigo», último buque inglés bautizado en homenaje a la batalla de Rande

20 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Hace medio siglo, entraba en desguace el último gran buque de guerra británico llamado Vigo, en homenaje a la batalla de Rande, conocida en Londres como The battle of Vigo Bay. En 1964, el destructor de la Clase Batalla HMS Vigo entraba en los diques de la base naval de Faslane, en Escocia, para ser desmontado. Era el final de una historia de los cinco barcos que la Royal Navy bautizó como Vigo desde su victoria ante la armada francesa y la Flota de la Plata en 1702.

El destructor HMS Vigo entró en servicio al término de la Segunda Guerra Mundial. Fue botado el 27 de septiembre de 1945 y comisionado al año siguiente con base en el Mediterráneo. Con su clave D-31, participó en numerosas operaciones, pero jamás entró en combate. El mayor peligro lo arrostró en un incendio a bordo en 1953, que provocó algunos daños menores.

A partir de 1954, pasó a tener su base en Portsmouth, donde comandó una flota de entrenamiento en artillería. Además, participó, entre 1958 y 1959, en dos campañas de patrulla en las conflictivas aguas de Islandia al comienzo de la Guerra Fría.

En esta segunda fase de servicio en el Atlántico, el HMS Vigo tendría ocasión de hacer escala en la ciudad a la que debía su nombre. El destructor recaló en el puerto vigués a finales de los años 50.

Antes que este destructor, otros le precedieron en el nombre. El primer HMS Vigo fue un buque de línea, un tipo de barco de gran tamaño que se popularizó a partir del siglo XVII. Estos barcos rompían la tradición de que la guerra en el mar fuese una prolongación de la terrestre. Hasta su aparición, el abordaje y la lucha cuerpo a cuerpo eran casi obligados. Pero el buque de línea, dotado de una o varias cubiertas de cañones, podía presentar batalla a distancia, formando una línea de fuego.

El primer HMS Vigo fue bautizado en la misma ensenada de Rande, instantes después de concluir la batalla. Capturado por los ingleses a los franceses, le dieron el nombre del lugar de la victoria. Pero el barco apenas tendría historia, ya que fue hundido en combate al año siguiente, en 1703.

El segundo HMS Vigo tuvo más larga vida. Fue botado en Rochester el 21 de febrero de 1810 y estaba equipado con 74 cañones. Participó en las guerras napoleónicas. Y navegó hasta 1821.

El tercer HMS Vigo pasó más desapercibido. Con sus 74 cañones, este buque de línea fue botado en 1817 con el nombre de HMS Agincourt. Fue rebajado de servicio en 1848, pero en 1865 lo rebautizaron como la ciudad olívica hasta que fue vendido a un particular, en 1884

El cuarto HMS Vigo ni siquiera llegó a ser botado. Diseñado como destructor, comenzó a construirse, pero el fin de la Primera Guerra Mundial obligó a cancelarlo en diciembre del año 1918.

Así que habría de llegar la Segunda Guerra Mundial para que apareciese el quinto Vigo. Con su prefijo HMS, obligado en la Royal Navy, y que significa Her Majesty Ship, barco de Su Majestad.

En octubre de 1959, la Royal Navy consideró agotada la vida útil del destructor HMS Vigo. Finalmente, fue desguazado en la base naval de Faslane en 1964, hace ahora medio siglo.

Como curiosidad, el último capitán del Vigo fue Michael Pollock, quien no solo llegó al más alto grado de la Royal Navy, el de Admiral Fleet (almirante de la flota), equivalente en tierra a un mariscal de campo, sino que incluso fue nombrado Primer Lord de Mar, de 1971 a 1974. Este puesto equivale al de comandante en jefe de la Armada británica, solo por detrás de la reina Isabel II, que en un acto sin precedentes asumió personalmente el título de Primer Lord del Almirantazgo en 1964 y no lo soltó hasta hace dos años, en 2011, cuando lo cedió a su marido, el príncipe Felipe de Edimburgo.

eduardorolland@hotmail.com